El Vaticano utilizará su pabellón en la Expo de Milán, centrada en la alimentación, para llamar la atención sobre “el hambre y las injusticias”, un proyecto al que destinó un presupuesto “sobrio” de tres millones de euros.
En la presentación del pabellón hoy en el Vaticano el presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, dijo que la Santa Sede reivindicará el derecho a la alimentación de todas las personas, pero lo hará con un presupuesto que estimó austero.
“Es una presencia sobria y minimalista, que está absolutamente en línea con el pontificado del papa Francisco”, dijo Ravasi sobre la presencia de la Santa Sede, y calificó de “imponente” la participación del Vaticano en anteriores Exposiciones Universales.
Afirmó que el presupuesto de tres millones de euros, que se divide a partes iguales entre el Consejo Pontificio de la Cultura, la Conferencia Episcopal Italiana y la Diócesis de Milán, es un “signo del pontificado del papa Francisco”.
“Incluso el estilo del pabellón es una especie de signo del pontificado del papa Francisco. En el pasado la presencia era imponente y este año el pabellón se dedica a las palabras”, afirmó.
El pabellón, un edificio sencillo de 360 metros cuadrados, incluirá una pared con un panel fotográfico, un tablero interactivo y tres cortos cinematográficos que contarán la visión cristiana de la caridad y de la solidaridad y recordarán a quienes más sufren.
Además, se expondrá “La última cena” de Tintoretto (1561-1562) durante los tres primeros meses y “La institución de la Eucaristía” de Peter Paul Rubens (1632-1650) en el último trimestre, dos obras que “invitarán a dialogar”.
Ravasi insistió en que la participación en la Exposición Universal busca “presentar el mensaje universal de la alimentación, tanto física como religiosa”, y aseguró que “el Vaticano no quiere promover ningún tipo de iniciativa comercial”.
En su pabellón, la Santa Sede quiere “sensibilizar sobre el correcto uso de los alimentos” y fomentar “la reducción de los residuos alimentarios”, sostuvo el subsecretario de la Conferencia Episcopal Italiana, Domenico Pompili.
“El aumento de personas que piden ayuda para comer es síntoma de un problema económico”, subrayó Pompili, quien apuntó que la situación de “emergencia económica” ha llevado a que aumente el número de personas que renuncian a comprar alimentos y los piden a entidades caritativas.
La ecología, la economía, la solidaridad, la educación y la religión serán las dimensiones que abordará el Vaticano en la Exposición de Milán, a la que se presenta con el tema “Non solo di pane” (“No solo de pan”).
La Exposición Universal de Milán 2015 comenzará el 1 de mayo bajo el lema “Alimentar el planeta. Energía para la vida” y estará abierta hasta el 31 de octubre.