El 2012 fue una año devastador para Tom Cruise, tras su divorcio de la también actriz, Katie Holmes. El intérprete de Misión imposible dejó Hollywood y se fue a vivir a las afueras de Londres (Inglaterra) para dedicarse por tiempo completo a trabajar sin un tiempo de descaso entre y una y otra película.
Uno de los causales del divorcio fue que Holmes, de 37 años, no quería someterse al estilo de vida de la cienciología a la religión que Cruise practica hace 30 años. La intérprete de Miss Meadows tampoco quería que su hija Suri fuera criada con esa filosofía de vida.
Después de tres años, el actor ha decidido recuperar su relación con su hija. La visitó este verano durante cinco días para celebrar su décimo cumpleaños. Según el medio US Weekely el intérprete de Misión imposible quiere que todo fluya con naturalidad y discreción, ya que no quiere que después de tanto tiempo algo salga mal.
A pesar de que su religión lo ha distanciado de su familia y que también fue la causa de divorcio de Nicole Kidman, el actor dijo que a la cienciología ha sido fundamental para su éxito como actor: “Es algo que me ha ayudado a centrarme en la vida, he sido parte de la cienciología durante los últimos 30 años y tengo que decir que no habría llegado tan lejos a nivel profesional si no se hubiera cruzado en mi camino. Es una religión bellísima, me siento increíblemente de contar con ella”.