BUENOS AIRES.- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, aceptó hoy la renuncia de la fiscal general del país, Alejandra Gils Carbó, quien está implicada en una causa por presunta corrupción y la pasada semana presentó su dimisión con efectos al próximo 31 de diciembre.
La decisión se hizo oficial a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial con la firma del mandatario y del ministro de Justicia, Germán Garavano.
Desde la llegada de Macri a la Casa Rosada, a finales de 2015, el Ejecutivo reclamaba la renuncia de la procuradora, nombrada en su cargo en 2012 por la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015) y avalada por el Congreso, pero había resistido en su puesto.
Los pedidos públicos para que dimitiera se avivaron semanas atrás, a partir de la decisión de un juez de procesar a la fiscal general por presunta “administración fraudulenta” en perjuicio del Estado en la compra de un inmueble por parte del Ministerio Público en 2013.
El triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas del pasado 22 de octubre dio el empujón definitivamente a Gils Carbó para dejar su cargo.
En su carta de dimisión, la fiscal general aseguró que ha trabajado “incansablemente” para “jerarquizar” la Procuración General como institución “independiente y autónoma” y que desde su gestión ha “profundizado la transformación” del Ministerio Público Fiscal.