Madrid (España).- Emilio Botín, presidente del Banco Santander fallecido la noche de este martes en Madrid, convirtió la entidad bancaria en uno de los principales patrocinadores deportivos al asociarla a competiciones tan potentes como el Mundial de Fórmula Uno y los mundiales de Vela que se inician mañana su ciudad natal.
Vinculado familiarmente con el golfista Severiano Ballesteros, con quien su hija Carmen estuvo casada entre 1988 y 2004 y tuvo tres hijos que gestionan la Fundación que lleva el nombre de su padre, Emilio Botín (Santander, 1934) creyó firmemente en la fuerza del deporte y relacionó su banco con grandes nombres de este sector.
Además de Fernando Alonso, que es imagen universal de la entidad, Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, el exastro del fútbol mundial, es embajador del banco para la Copa América y la Copa Libertadores de fútbol, deporte en el que Botín era admirador del argentino Leo Messi y seguidor del equipo de su tierra, el Racing de Santander.
Pocos años después de llegar a la presidencia que su abuelo y su padre también ocuparon, el Banco Santander se sumó al grupo de empresas que colaboraron en el primer programa de preparación olímpica, el ADO’92, que fue pieza clave en las 22 medallas logradas por España en los Juegos de Barcelona de aquel año.
Desde entonces, el Santander quiso ser un referente en la colaboración entre banca y deporte, empeño que le permitió convertirse en uno de los tres patrocinadores deportivos más conocidos y tener mayor visibilidad dentro y fuera de España.
Aunque en 2004 se pudo ver en el Tour de Francia el equipo Illes Baleares-Banco Santander, dirigido por Eusebio Unzue, el gran salto a la escena deportiva lo dio en 2006 cuando se convirtió en patrocinador de la escudería McLaren Mercedes de Fórmula.
La llegada a ésta de Fernando Alonso, que había sido campeón del mundo las dos temporadas anteriores con Renault, fue determinante para que Botín uniera el Banco Santander a un deporte que ganó interés en España gracias a las victorias del asturiano y que tutea al fútbol cada fin de semana en cuotas de pantalla.
Tres años después de su asociación a McLaren, Botín dio otro paso más en la Fórmula Uno y firmó un acuerdo de patrocinio durante cinco años a partir de 2010 con la escudería italiana Ferrari, nuevo equipo de Alonso, que es la imagen universal del banco.
“Me atrevería a decir que el Banco Santander es a la banca lo que Ferrari es a la Fórmula 1: un símbolo de tradición, éxito y fortaleza”, dijo el fallecido Botín en la presentación de aquel acuerdo, que no impidió a la entidad seguir como patrocinador principal de los grandes premios de Italia, Reino Unido y Alemania y mantener una presencia relevante en los de España, Europa y Brasil.
Hace justo dos años, el 8 de septiembre de 2012, el Santander y Ferrari confirmaron la renovación de su contrato hasta el año 2017, colaboración que fue definida por Botín como la “mejor operación de márketing de los más de 150 años de historia del banco”.
“No podíamos dejar pasar la oportunidad de darle continuidad, dados los excelentes resultados de notoriedad de marca y comerciales que nos está dando en todos los mercados en los que operamos”, aseguró el fallecido, que compartió numerosos actos promocionales con Fernando Alonso y creó el programa de becas Fórmula Santander de movilidad internacional universitaria.
En paralelo a esto, Botín quiso que su banco se sumara también a proyectos olímpicos de ciudades españolas como la última candidatura de Madrid a los Juegos de 2020, con la que colaboró como uno de sus cuarenta patrocinadores, y a otras competiciones como el Mundial de Vela que se inaugura mañana en su ciudad, donde se guardó un minuto de silencio en su memoria.
