El conservador Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy ganó las elecciones generales celebradas este domingo, aunque como sucedió en diciembre de 2015, sin lograr el apoyo suficiente para gobernar en solitario.
El PP logró 137 escaños de los 350 que conforman el Parlamento español (la mayoría absoluta se logra con 176 escaños).
Por su parte, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), encabezado por Pedro Sánchez, se situó en segundo lugar con 85.
La coalición emergente de izquierdas Unidos Podemos, liderada por Pablo Iglesias, ocupó la tercera posición con unos 71 escaños, fracasando así en su intento de superar al PSOE y convertirse en la fuerza progresista mayoritaria en España.
Tras medio año de negociaciones infructuosas entre las diferentes formaciones políticas para formar gobierno, por primera vez en la historia de la democracia española se han tenido que repetir unas elecciones generales.
Los resultados de este domingo, muy similares a los de diciembre pasado,no dejan entrever cómo las formaciones políticas españolas podrán llegar a acuerdos para que asuma en poder un nuevo Ejecutivo.
¿Resiste el bipartidismo?
De esta manera el PP habría mejorado sus resultados con respecto a las elecciones generales de diciembre pasado, en las que obtuvo 123 escaños,mientras que el PSOE ha conseguido tan solo 5 escaños menos, cuando las encuestas auguraban una mayor pérdida de apoyos.
Las formaciones emergentes Unidos Podemos y Ciudadanos -esta última habría obtenido unos 32 escaños- tienen el mismo o menos apoyo de los votantes con respecto a hace seis meses.
Analistas en España indican que esto sería una prueba de que la salud del bipartidismo que ha dominado España en las últimas cuatro décadas no es tan mala como se pensaba.
Datos oficiales muestran que la participación en los comicios de este domingo, a los que estaban llamados más de 36 millones de españoles, se ha situado sobre el 70%, siendo ligeramente inferior a la de las elecciones generales de diciembre de 2015, que ganó el PP de Mariano Rajoy.