El papa Francisco afirmó hoy al hablar de la guerra que “no aprendemos nunca” y exclamó: “¡Qué Dios nos ayude!”, tras saludar en la audiencia general a un grupo de exsoldados polacos llegados a Italia para recordar el 70 aniversario de la batalla de Montecassino durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante los saludos en polaco en la audiencia general, Francisco afirmó, improvisando sobre el discurso escrito, “que es muy triste recordar la guerra” y agregó apesadumbrado: “En el siglo pasado hubo dos guerras y ahora… No aprendemos nunca. ¡Qué Dios nos ayude!”
Y al dirigirse a los exsoldados polacos presentes en la Plaza de San Pedro añadió: “Que la tragedia que habéis vivido, la fuerza de espíritu, la fidelidad a vuestros ideales y vuestro testimonio de vida se conviertan en un llamamiento para la cesación de los conflictos en curso en todo el mundo y para la búsqueda de la paz”.
Durante la audiencia de hoy, el pontífice argentino mostró su preocupación y dolor “por el agravamiento de las tensiones en Tierra Santa y en Oriente Medio y por la espiral de violencia que aleja cada vez más el camino de la paz, del diálogo y de las negociaciones”.
Y reiteró “que el uso de la violencia nunca lleva a la paz. La guerra llama a la guerra y la violencia llama a la violencia”, advirtió.
Y al final de su llamamiento, tras rezar un Ave María, exclamó: “Dios tenga piedad de nosotros”.