CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco condenó hoy la corrupción en todas sus formas y opinó que el Derecho Penal debe perseguir “con mayor severidad” aquella que “causa graves daños” económicos y sociales.
“Las formas de corrupción que hay que perseguir con la mayor severidad son las que causan graves daños en la sociedad, tanto en materia económica como social”, como los fraudes a la administración pública o el ejercicio desleal de las administraciones, dijo el pontífice durante un encuentro con miembros de la Delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal en Ciudad del Vaticano.
Abogó por perseguir “también cualquier tipo de obstáculo para el funcionamiento de la Justicia con el propósito de procurar la impunidad de fechorías propias o de terceros”.
El papa argentino se refirió a la corrupción como “la escandalosa concentración de la riqueza” y dijo que es “un mal más grande que el pecado”, que, “más que ser perdonado, debe ser curado”.
“La corrupción se ha convertido en algo natural, hasta el punto de constituir un estado personal o social ligado a la costumbre, una práctica habitual en las transacciones comerciales y financieras, en las contrataciones públicas, en cualquier negociación en la que estén involucrados agentes estatales”, condenó.
También señaló que “cuando la vida muere, aparece la corrupción” y que ésta “se desarrolla en un clima de triunfalismo porque el corrupto se cree vencedor”.
A juicio de Francisco, el corrupto “no conoce la fraternidad o la amistad, sino solo la complicidad y la enemistad”.