El Papa Francisco nombrará de forma temporal un nuevo líder de la orden de los Caballeros de Malta, después de que el director de la institución caritativa renunció en medio de una dura pugna sobre su soberanía con el Vaticano.
El Pontífice pidió la dimisión al Gran Maestre Matthew Festing, de 67 años, en una reunión celebrada el martes, indicó un portavoz de la orden católica, con sede en Roma. Los grandes maestres suelen mantenerse en el cargo de forma vitalicia y la renuncia de Festing es la primera de la historia reciente.
Festing y el Vaticano llevaban inmersos en una disputa desde que uno de sus máximos dirigentes, el Gran Canciller Albrecht Freiherr von Boeselager, fue expulsado en diciembre por permitir el uso de condones -método anticonceptivo no permitido por la Iglesia Católica- en un proyecto médico para los pobres.
La disputa, que duró dos meses, reflejó la amplia oposición que existe en el seno de la Iglesia Católica ante los esfuerzos de Francisco por modernizar la Santa Sede y desmontar con delicadeza el legado de sus predecesores conservadores.
“Delegado pontificio”
El Vaticano, que es un Estado soberano, dijo el miércoles que el Papa nombrará a un “delegado pontificio” para dirigir la institución, que tiene así mismo estatus soberano y es reconocida por unos 100 países. Fuentes vaticanas indicaron que esta medida debería durar hasta que se enfríe la situación y los Caballeros puedan elegir de nuevo a su líder.
La decisión de Francisco se asemeja a la que adoptó en 1983 Juan Pablo II, cuando nombró a un delegado para que dirigiera de forma temporal a los jesuitas, de los que temía que se estuvieran haciendo demasiado izquierdistas. Más recientemente, el Vaticano eligió a un delegado para liderar a los Legionarios de Cristo, afectados por un escándalo de abusos sexuales.
Von Boeselager apeló al Papa, que nombró una comisión de cinco miembros para analizar la medida, pero Festing se negó a cooperar, alegando que violaba los asuntos soberanos de la orden. No obstante, algunas fuentes señalaron que la expulsión de Von Boeselager fue una excusa de Festing y el cardenal ultraconservador estadounidense Raymond Leo Burke, el patrón de la orden, para aumentar su poder.
Los máximos líderes de los Caballeros de Malta -todos ellos hombres- no son clérigos, pero juran votos de pobreza, castidad y obediencia al Papa. La institución tiene 13.500 miembros, 25.000 empleados y 80.000 voluntarios en todo el mundo.