
Ciudad del Vaticano, 22 sep (EFE).- El papa Francisco pidió hoy el esfuerzo y la colaboración de todas las instituciones para garantizar el derecho al trabajo, durante la homilía de la misa ante el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, en Cagliari, capital de la isla de Cerdeña.
“Es necesaria la colaboración leal por parte de todos, el esfuerzo de los responsables de las instituciones, para garantizar a las personas y a las familias los derechos fundamentales”, dijo el pontífice quien después agregó: “hay que garantizar el derecho al trabajo, el derecho a ganarse el pan con el trabajo”.
El papa ha elegido Cagliari en su segundo viaje en Italia, el primero fue a la isla de Lampedusa, como ciudad ejemplo del drama del desempleo.
También, como él mismo explicó el pasado mayo al anunciar la visita, porque esta localidad está muy unida a su ciudad natal, Buenos Aires.
El fundador de la capital argentina, Pedro de Mendoza, quiso denominarla ciudad de la Santísima Trinidad, pero los marineros que le acompañaban eran sardos y le pidieron que se llamase como la patrona de los navegantes, ciudad de la Virgen de Bonaria.
“He venido hasta aquí para compartir vuestras alegrías y esperanzas, fatigas y esfuerzos, los ideales y las aspiraciones de vuestra isla, y confirmaros en la fe”, agregó.
Sobre la situación de Cerdeña, el papa destacó que la región “sufre desde hace tiempo muchas situaciones de pobreza, acentuadas por su condición insular”.
También recordó a todos los sardos que han emigrado, “dejando esta tierra con gran dolor y nostalgia, para buscar un nuevo trabajo y un futuro para ellos y sus seres queridos”.
Durante la homilía, Francisco afirmó que “existen personas que instintivamente menospreciamos y que, sin embargo, necesitan más ayuda, como los abandonados, los enfermos, aquellos que no tienen nada para vivir, aquellos que no conocen a Jesús, los jóvenes que atraviesan dificultades o los que no encuentran trabajo”.
En dos pasajes de su sermón, Jorge Mario Bergoglio invitó a los fieles a invocar a la Virgen para que ésta les “done su mirada”.
Antes de la misa en la plaza del Santuario de Bonaria, el papa bendijo y besó a varias decenas de enfermos que habían sido trasladados en sus camillas o sillas de ruedas al interior del templo.
Posteriormente, el pontífice se detuvo unos instantes a rezar en el interior del Santuario de la Virgen de Bonaria (Buen aire).
Según cifras de la organización, cerca de 1.600 enfermos asistieron a la celebración.
Ciudad del Vaticano, 22 sep (EFE).- El papa Francisco criticó hoy a todos aquellos que alardean de ayudar a los pobres y aseguró que se trata de un “pecado muy grave”, por lo que defendió obrar siempre en esos casos “con ternura y humildad”.
Así habló el pontífice durante su discurso a un grupo de pobres y presos en la catedral de Cagliari, en la isla de Cerdeña (Mediterráneo).
El papa dedico su alocución a la solidaridad y a la caridad hacia los más necesitados y destacó que a veces se ve “arrogancia” en la ayuda a los pobres.
“Algunos alardean, se llenan la boca con los pobres, algunos instrumentalizan a los pobres por interés personal o de su grupo. Lo sé, es humano, pero no está bien”, aseveró el papa.
Agregó que es “un grave pecado. Sería mejor que se quedasen en casa antes de usar a los pobres por su propia vanidad”.
En la catedral de Cagliari estaban presentes 136 pobres que viven gracias a la ayuda de Caritas, así como veintidós detenidos procedentes de varias cárceles de Cerdeña.
“Todos tenemos miserias y dificultades. Nadie es mejor que otro, todos somos iguales ante Dios”, dijo Bergoglio.
Advirtió de que la palabra “solidaridad” parece “que vaya a ser eliminada del diccionario” porque es algo que “molesta” ya que implica tener que ocuparse de los demás, de los que más lo necesitan.
El pontífice recordó que la Iglesia “tiene una fuerte responsabilidad para sembrar la esperanza con obras de solidaridad, pero siempre buscando colaborar de manera mejor con las instituciones públicas”.
En su segundo viaje por Italia (el primero fue a la isla de Lampedusa), Francisco volvió a elegir un lugar símbolo de las dificultades, pues Cerdeña es una de la regiones más afectadas por la crisis económica.
El papa inició su visita a Cagliari con un discurso centrado en el drama del desempleo y después ofició una misa ante el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria (traducible por “Buen aire”), que da el nombre a la capital de Argentina y su ciudad natal.
Francisco también pronunciará un discurso en la Pontifica Universidad y tendrá un encuentro con los jóvenes en el paseo marítimo de la capital de la Cerdeña.