BEIRUT (Reuters) – El político libanés Tammam Salam fue elegido el sábado primer ministro después de ganar una aprobación parlamentaria, comprometiéndose a superar las divisiones más profundas del país y a protegerlo de los peligros de la guerra civil en la vecina Siria.
Salam fue designado tras la dimisión del primer ministro Najib Mikati, cuyos dos años en el cargo estuvieron dominados por los esfuerzos de contener las tensiones sectarias, la violencia y las consecuencias económicas del conflicto sirio.
Su tarea más inmediata, si es capaz de forma un gabinete aceptado por las fuerzas políticas rivales de Líbano, será la de preparar unas elecciones parlamentarias que deben celebrarse en junio, pero que afrontaría retrasos.
El derramamiento de sangre en Siria ha exacerbado las tensiones en Líbano, que sufrió una ruinosa guerra civil entre 1975 y 1990. Los rivales suníes y chiíes y los políticos cristianos no han logrado acordar un sistema electoral con el que llevar a cabo la votación.
En sus primeros comentarios tras su nombramiento, Salam dijo que trataría de “unir a la opinión pública y alcanzar un acuerdo rápido sobre la ley electoral parlamentaria para lograr una representación equitativa de todos los ciudadanos y facciones”.
También se comprometió a centrarse en “terminar con las divisiones políticas en Líbano y su impacto en la seguridad, y evitar los peligros respecto a la tragedia vecina (en Siria)”.
Salam, nacido en 1945 en una destacada dinastía política suní, es próximo a Arabia Saudí y Occidente, respaldó la coalición 14 de Marzo pero fue elegido como candidato de consenso aceptable por el bloque 8 de Marzo, que incluye a Hezbolá, apoyado por Irán, y sus principales aliados chiíes y cristianos.
14 de Marzo agrupa principalmente a partidos suníes y cristianos que empujaron, con el apoyo europeo y de Estados Unidos, a Siria para poner fin a casi tres décadas de presencia militar en Líbano en 2005.
En referencia a la especulación sobre si su gobierno debería ser una administración tecnócrata de corto plazo centrada sólo en preparar las elecciones, o un gobierno de “unidad nacional” con una ambición de más largo plazo, Salam dijo: “Me esforzaré por crear un gobierno de beneficio nacional”.
CAMBIO DE POTENCIA
Como muestra del cambio de influencia extranjera en Líbano, cuyos políticos vivían a la sombra de Damasco mucho después de que el presidente Bashar el Asad retirara su ejército hace ocho años, en la encumbración de Salam parece que ha tenido mucho que ver la intervención saudí.
El líder druso Walid Jumblatt, cuyo anuncio del jueves de que apoyaba la nominación de 14 de Marzo garantizó a Salam una mayoría parlamentaria, dijo que llegó a su decisión después de negociaciones con el jefe de inteligencia de Arabia Saudí, el príncipe Bandar bin Sultan.
A pesar del apoyo abrumador a Salam, fue respaldado por al menos 120 de los 128 parlamentarios, podría enfrentarse a una larga lucha para formar gobierno. Su antecesor, Mikati, tardó cinco meses en reunir un equipo ministerial y una fuente del 8 de Marzo dijo que Salam también podría tardar meses en juntar un gabinete.
Tiene que satisfacer las demandas conflictivas de carteras ministeriales en medio de una disputa política sobre la crisis siria.
14 de Marzo apoya firmemente a los rebeldes suníes que luchan para derrocar a Asad en un conflicto que Naciones Unidas dice que ha causado la muerte de 70.000 personas. Otros 400.000 refugiados han acudido a Líbano, un país de tan sólo cuatro millones.
8 de Marzo ha apoyado la campaña de Asad para aplastar el levantamiento, que comenzó con protestas pacíficas pero derivó en una guerra civil que ha reducido a escombros algunas de sus ciudades principales.
Líbano también se ha visto sacudido por la violencia, que se ha extendido por la frontera en el Valle de Bekaa y provocado tensiones en la ciudad norteña de Trípoli entre los suníes que apoyan de manera activa a los rebeldes sirios y miembros de la minoría alauí del presidente Asad.
Docenas de personas han perdido la vida en la ciudad de Trípoli en una serie de oleadas de luchas callejeras desde 2011.
Antes de su dimisión, Mikati pidió ayuda internacional para reforzar el impacto del creciente número de refugiados en Líbano. El presidente Michel Suleiman pidió esta semana que los campos de refugiados se creen dentro de la propia Siria, bajo el auspicio de Naciones Unidas, para aliviar la carga de los vecinos de Siria.
Salam, ministro entre 2008 y 2009, es hijo del antiguo primer ministro Saeb Salam. Su abuelo estuvo bajo el Imperio Otomano y el mandato colonial francés.