Ni siquiera el ejercicio físico, uno de los elementos más importantes a la hora de mantener un peso equilibrado y un estilo de vida saludable, se salva de las críticas de Donald Trump, que cree que el deporte agota los limitados recursos energético del cuerpo humano y, por ello, impide que seamos efectivos en el día a día.
Las declaraciones del presidente fueron recogidas en un artículo publicado hace unos días por The New Yorker, aunque el jefe de la Casa Blanca ya había mostrado su desprecio hacia la actividad física en “Trump Revealed“, una biografía publicada en 2016 por The Washington Post en la que aseguraba que había abandonado el atletismo al terminar la universidad porque no quería que su batería (su organismo) se quedara sin energía.
Sin embargo, la creencia del presidente es totalmente errónea porque, tal y como afirman miles de expertos e informes médicos, el deporte nos hace más fuertes y en ningún momento nos deja sin energía para hacer las actividades diarias.
“El ejercicio físico consume parte de las reservas de glucosa, glucógeno y grasa de los tejidos, pero este ‘carburante’ es recargado cuando una persona come”, afirmó Michael Jonesco, médico deportivo y especialista en ortopedia del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio.
“Comparar el cuerpo humano con una batería no es correcto, ya que nuestro organismo se parece más a una hoguera que necesita ser alimentada con carbón o madera todo el tiempo para no apagarse”, añadió Jonesco.
Los expertos recomiendan que los adultos hagan ejercicio físico durante al menos 150 minutos a la semana.
Según The Washington Post, cuando hacemos ejercicio, nuestro corazón y nuestros músculos se ven sometidos a un esfuerzo considerable al que deben adaptarse y, al hacerlo, su resistencia y su eficiencia aumentan; una batería, sin embargo, va perdiendo energía conforme es utilizada, por lo que su funcionamiento no tiene nada que ver con el del cuerpo humano.