El Gobierno habló este martes, al fin, de “imputación de responsabilidades” por el accidente aéreo del pasado 18 de mayo, que causó la muerte de 112 personas.
Funcionarios del Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) dijeron a la prensa que hay avances en la investigación, informo el diario oficial Granma. El reporte no incluyó detalles al respecto.
“La imputación de responsabilidades en materia laboral, administrativa o penal, se llevará a cabo en correspondencia con lo establecido por las legislaciones vigentes y los resultados de la investigación”, declaró Mercedes Vázquez González, directora de Transporte Aéreo y Relaciones Internacionales del IACC, según el diario del Partido Comunista.
Vázquez González no concretó si existen detenidos por el desastre.
Por su parte, la directora jurídica de Cubana de Aviación, Johanna Rodríguez, dijo que funcionarios están visitando a las familias de las víctimas con el fin de informarlas y ofrecer detalles del proceso de investigación para determinar las causas del accidente aéreo, reportó EFE.
El avión, que se estrelló momentos después de despegar en el Aeropuerto Internacional José Martí, era un Boeing 737-200 con 40 años de vuelo, arrendado por Cubana de Aviación a la aerolínea mexicana Global Air, con un largo historial de irregularidades.
Expertos de Cubana de Aviación habían recomendado años atrás no alquilar “bajo ningún concepto” aviones a la compañía.
El Gobierno mantiene un férreo control sobre lo relacionado con el accidente. Aunque la prensa oficial aparenta brindar información a la población de la Isla, la mayoría de los reportes son vagos o ambiguos.
Según la televisión estatal, funcionarios de la Aeronáutica Civil de la Isla dijeron que el análisis de las dos cajas negras en laboratorios de Estados Unidos “avanza”. No ofrecieron más detalles.
“Esto, junto con otras pruebas como la modelación del vuelo en el terreno y el estudio de partes de la aeronave, determinarán los factores contribuyentes, así como la recomendación de medidas de seguridad operacional apropiadas, dirigidas a evitar los peligros o eliminar deficiencias para prevenir la ocurrencia de otros accidentes e incidentes de aviación”, indicó el reporte de Granma.
Vázquez González señaló que “el descifraje de las cajas negras se realiza de común acuerdo entre todas las partes involucradas en el accidente: Cuba, México y Estados Unidos”. Recalcó que el proceso se lleva a cabo en Estados Unidos por ser el país de construcción y diseño de la aeronave, además de contar con las condiciones para ello.
El resto de la investigación se realiza en Cuba “sin inconvenientes”, afirmó Vázquez González.
Agregó que “se analizan también los testimonios de los testigos del accidente y el personal de la aerolínea que se encontraba en Cuba”.
El lugar donde ocurrió el desastre aéreo se mantiene preservado, según la televisión estatal.
La jefa del departamento de asesoría legal de la IACC, Adys Sánchez, indicó que continúan en el lugar accesorios y partes que son importantes para el proceso de investigación del siniestro.
La única superviviente del suceso, la cubana Mailén Díaz Almaguer, de 19 años, continuaba este martes reportada en estado crítico y pronóstico reservado en un hospital habanero, aunque con un “avance favorable” dentro de la gravedad, tras infecciones surgidas en los últimos días.
Vázquez González dijo que hasta que no se culminen todas las investigaciones no se podrá conocer las causas del accidente, “pues no solo con la información preliminar de las cajas negras se puede dar una conclusión”.
“La investigación es un proceso complejo que puede durar varios meses, se trabaja de manera ininterrumpida para poder llegar a la conclusión en el menor tiempo posible”, dijo la funcionaria, según el sitio oficial Cubadebate.