Rodrigo Rato tejió un entramado societario basado en facturas internas irregulares y “de conveniencia” entre empresas para evitar tributar por IVA, Impuesto de Sociedades e IRPF. Así lo revela la documentación de la investigación de la Agencia Tributaria, a la que tuvo acceso este diario, que cifra en 5,3 millones de euros la cantidad que pudo haber defraudado el que fuera vicepresidente del Gobierno y máximo responsable de Hacienda.
Atendiendo a la información que maneja la Agencia Tributaria y los datos que constan en el Registro Mercantil, el ex ministro de Economía de José María Aznar forma parte de un grupo societario compuesto por más de 40 empresas, de las cuales más de la mitad están vinculadas a su entorno familiar. En concreto, 27 sociedades están relacionadas con algún miembro de su familia o con él mismo. Esto es, su ex mujer Ángela Alarco, sus tres hijos, sus hermanos Ángela y Ramón -éste falleció en 2012- y dos sobrinos.
El resto de las empresas que conforman el entramado que investiga Hacienda están dirigidas por Miguel Ángel Montero Quevedo, el abogado Domingo Plazas Ruiz y Teresa Arellano Carpintero. Es decir, por la persona que administra la mayor parte de las empresas vinculadas a Rato, por su representante fiscal y por su secretaria personal, respectivamente.
La investigación deja constancia de que, en los últimos cinco años –entre 2009 y 2014-, se produjo una elevada facturación internaentre las distintas sociedades y las personas que las administraban. Es más, destaca la baja tributación registrada en ese entorno empresarial, sobre todo en lo que se refiere a la tributación por el IVA y por el Impuesto de Sociedades. Es por ello que los investigadores se centraron en analizar si el tráfico de facturas entre las empresas responde a prestaciones por servicios reales.
Precisamente, los datos fiscales de las sociedades vinculadas al también ex presidente de Bankia advierten de que los ingresos por Impuesto de Sociedades eran insignificantes y que la mayor parte de los embolsos tributarios correspondían a retenciones del trabajo personal.
Sectores inmobiliario y energético
Rato es administrador único de siete empresas, de las cuales cinco tienen sede social en su domicilio particular de Madrid. Se trata de Rafi, Rafi Tealsa, Rodanman Gestión 3, Arada, Explotaciones de Carabaña, Manita y Vistarties. Son sociedades relacionadas, sobre todo, con los sectores inmobiliario y energético, a excepción de Manita, que se dedica a la radiodifusión. Rato es también el apoderado de ‘El Manantial de Información’, una empresa registrada bajo el concepto de actividades profesionales, científicas y técnicas, así como de Antigüedades de Salamanca, donde comparte el poder de la empresa con su hermana María Ángeles.
Atendiendo a los datos que constan en el Registro Mercantil, ninguna de las sociedades vinculadas de manera directa al ex vicepresidente del Gobierno tiene trabajadores. Sólo Arada y Explotaciones de Carabaña registran un empleado. El resto, ninguno. Es más, no hay cuentas disponibles de los últimos años y las que hay revelan pérdidas. Es el caso, por ejemplo, de Rodanman Gestión 3, que en 2013 facturó 10.815 euros y perdió 171.573.
Tres de estas empresas familiares son accionistas de una Sicav bautizada con el nombre Donald Inversiones. En concreto, Arada, Explotaciones de Carabaña y Rodanman Gestión 3, con participaciones de un 20%, 29,4% y 36,8%, respectivamente. Precisamente, es en estas tres empresas donde aparece Miguel Montero Quevedo, la persona que la Agencia Tributaria señala como el administrador en la sombra de empresas de Rato. De hecho, llegó a ser presidente de Explotaciones de Carabaña y consejero de Arada. En la actualidad, es apoderado de Rodanman Gestión 3, junto con Teresa Arellano Carpintero, la secretaria del ex ministro.
Montero Quevedo está vinculado, además, a otras nueve sociedades relacionadas con la familia Rato Figueredo. Se trata de Muinmo, Aurosur, Explotaciones Bolgachina, Cor Comunicación, Úbeda Información, Teleibérica, Fondo Tealsa, Kuquine, Mundiclass y Rebecasa. El fallecido Ramón Rato participó en la estructura organizativa de estas empresas. Es más, su hijo Ramón Rato Salazar-Simpson es el administrador de Fondo Tealsa, junto con Montero Quevedo. Por su parte, Muinmo -en proceso de liquidación- es accionista de Manita, administrada en su totalidad por Rodrigo Rato.
La otra pieza de este puzzle empresarial es el abogado Domingo Plazas Ruiz, la persona que presentó la declaración tributaria de Rato cuando éste se acogió a la amnistía fiscal. Plazas fue durante casi 13 años el administrador único de la empresa que la Agencia Tributaria calificó de ‘opaca’ por su papel en operaciones de despatrimonialización por parte de Rato. Se trata de Kradonara 2001, propiedad en un 100% de la británica Vivaway Limited, administrada por una empresa de Gibraltar y tras la cual se esconde Findsbury Holdings Limited, considerada como la fiduciaria de Rato. Precisamente, en la declaración de la renta correspondiente a 2013, en el apartado de los bienes situados en el extranjero, el ex ministro declaró tener 3,2 millones de valores en Vivaway. Dicho de otra manera, una participación valorada en 3,8 millones de euros.
Domingo Plazas es también administrador de empresas cuya matriz está registrada en Reino Unido, Francia y Rusia. Comparte, además, la sociedad Polmar 2009 con Pedro Juan Borbón Dos Sicilias, donde Plazas es administrador y el primo del Rey Juan Carlos es apoderado.
Hace apenas dos meses, el pasado 12 de febrero, Plazas fue cesado de su cargo como administrador de Kradonara 2001. En su lugar, se nombró a Teresa Arellano, la secretaria personal de Rodrigo Rato y colaboradora de confianza del ex ministro, además de ser apoderada de tres de sus empresas familiares -Rodanman Gestión 3, Arada y Explotaciones de Carabaña.
Movimientos millonarios de moneda extranjera
La investigación de la Agencia Tributaria pone sobre la mesa movimientos millonarios de moneda extranjera por parte del grupo de empresas vinculado a Rato. En concreto, cifra las operaciones enmás de 16 millones de euros, de los cuales 13,2 millones se corresponden con entradas de divisas en las sociedades. Teniendo en cuenta que la familia Rato no tiene actividad en el exterior -salvo elhotel de Berlín y las Sicav Donald Inversiones, Propectus y Kruger-, la Agencia Tributaria no descarta que los flujos de divisas respondan a una actividad económica real en el extranjero.
Los datos que manejan los investigadores revelan que las operaciones de entradas de monedas extranjeras en sus empresas se produjeron, sobre todo, en los dos últimos años, justo después de que Rato se acogiera a la amnistía fiscal.
Ese flujo de divisas procede, en mayor medida, de Países Bajos, Luxemburgo, Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica, Gibraltar e Irlanda. La investigación hace una mención especial al tráfico de divisas con Estados Unidos, Luxemburgo y República Dominicana. Sólo en esos tres países, en dos años, se produjeron entradas de moneda extrajera en empresas vinculadas al ex vicepresidente del Gobierno por valor de 2,7 millones de euros.
Rodrigo Rato tiene, incluso, una participación en la empresa panameña Westcastle Corporation, valorada en 2,3 millones de euros, según declaró a Hacienda en 2012. La sorpresa es que esta sociedad tiene su sede social en Suiza, según las investigaciones realizadas por la Agencia Tributaria.
El ex ministro de Economía usó también las empresas del entramado para facturar los servicios de asesoría que realizaba para multinacionales españolas, según la investigación. Es el caso de los trabajos que prestaba a Iberia, Telefónica y Banco Santander, donde fue nombrado miembro del consejo asesor internacional de la entidad. De esta manera, Rato evitaba tributar en el IRPF por esos servicios. La Agencia Tributaria verificó la no tributación de esos trabajos por parte del ex ministro, además de señalar a empresas como Kradonara, Muinmo, Cor Comunicación y Explotaciones Carabaña como las sociedades a través de las cuales el ex presidente de Bankia facturaba sus servicios.
El que fuera director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) habría llegado a defraudar a Hacienda un total de 1,4 millones de euros entre 2012 y 2013 al dejar de tributar la cuota correspondiente de IRPF, así como casi un millón de euros -939.741- por Impuesto de Sociedades, entre los años 2011 y 2013.