A continuación compartimos de manera íntegra dos documentos del Movimiento Popular Dominicano relacionados con la fundación y degeneración de los Comandos Revolucionarios Clandestinos. El primero de ellos, Algo más sobre los Comandos, fue escrito por el máximo líder del MPD, Maximiliano Gómez (El Moreno), posiblemente a finales de 1969, cuando en la organización que él dirigía comenzaba a percibirse que los referidos núcleos de guerrilleros urbanos conocidos como CRC, estaban actuando lejos de la estrategia del golpe de Estado y de la lucha social. El texto fue publicado como parte de una recopilación, que para conmemorar el primer aniversario de la muerte del líder emepedeista, fue impreso por el MPD en marzo de 1972.
El segundo documento ¿Por qué han fracasados los Comandos?, fue “bajado” a la base del MPD por su Comité del Distrito en marzo de 1971, el mismo mes de la trágica y misteriosa muerte de El Moreno en Bruselas. Impreso en mimeógrafo, que era la forma clásica de las publicaciones de la izquierda dominicana, recoge con crudezas las que eran entendidas como las principales desviaciones de los CRC.
A continuación, los dos textos de los documentos internos del Movimiento Popular Dominicano:
Documento número 1:
“ALGO MÁS SOBRE LOS COMANDOS”
“Después de algunos meses de agitación sobre los criterios políticos y organizativos sobre los Comités Revolucionarios Clandestinos (CRC) o Comandos, tanto en el plano público, como en el seno del Partido, existen sobre los mismos algunos puntos de vista relativamente poco esclarecidos u oscuros. De ahí la necesidad inmediata de esclarecerlos. Estos puntos de vista (A nuestro juicio) son dos. A saber: Los Comandos como forma de poder y los Comandos como frente de organización antibalaguerista.
Los Comandos como forma de poder.
“En el seno del pueblo así como en no pocos sectores de nuestro partido reina el criterio de que los Comandos son organizaciones dirigidas únicamente al ajusticiamiento de los verdugos del pueblo. Nada más falso. Aunque el ajusticiamiento de los peores criminales del pueblo es una de las actividades de los Comandos estas acciones no son sus únicas actividades.
“Los Comandos son también y muy principalmente una forma de poder, de poder popular. De ahí que su actividad principal debe ser orientar hacia el logro y manteamiento de las reivindicaciones sociales del pueblo. Ahora bien, para que el criterio sobre el poder popular no degenere en una consigna abstracta, carente de realidad, es necesario ubicarse en el marco de la realidad presente; realidad que nos señala que el único justo y real sobre el poder popular en este momento histórico, es el de un gobierno anti-balaguerista de transición, que siente las bases para garantizar la resistencia contra las tropas yankis.
“Si la actividad principal de los Comandos va dirigida al logro y manteamiento y profundización de las reivindicaciones sociales del pueblo, como ya arriba hemos señalado, de hecho estamos en contra de la línea que se ha seguido en los mismos de organizar únicamente a los combatientes, pues los Comandos deben estar integrado por todos aquellos que estén dispuestos a luchar por el derrocamiento del gobierno de Balaguer, que es la muralla que se levanta contra las aspiraciones sociales del pueblo. Como se puede ver, los Comandos deben estar formados por todos los anti-balaguristas aunque lógicamente como en toda organización existirán (por encima de nuestra voluntad) tres grupos, que son: El de vanguardia (los combatientes), el intermedio y los más atrasados. El papel de los revolucionarios es el de lograr la participación (en la medida de sus respectivas posibilidades) de estos tres grupos.
“Finalmente para que los Comandos sean una forma de poder y en él participen todos los sectores interesados en obtener reivindicaciones sociales es menester que estén normados por un claro programa de lucha en el cual estén contempladas las reivindicaciones sociales de cada sector del pueblo. Este programa de reivindicaciones sociales no puede ser otro que el programa del gobierno anti-balaguerista de transición. De más está señalar, que el programa de los Comandos y los objetivos que le sirven de base cambiaran tan pronto se transforme la meta actualmente le sirve de guía: el derrocamiento de Balaguer.
Los Comandos como frente de organización anti balaguerista.
“Para nadie es un secreto que cada vez que se oye hablar de los Comandos estos son asociados inmediatamente al MPD. Es decir, que los Comandos han sido entendidos por el pueblo como organizaciones de nuestro Partido. Este punto de vista sobre los Comandos, que contradice de arriba abajo la visión teórica de nuestro Partido sobre los mismos, nació de la aplicación de la línea política errada que nuestros hombres desarrollaron en la construcción de los CRC.
“Los primeros Comandos no fueron otra cosa que pequeñas células de simpatizantes y colaboradores de nuestro Partido para golpear a los más connotados enemigos del pueblo. Sin embargo, hoy, cuando el punto de vista antes señalado ha sido superado en lo fundamental, todavía no hemos arribado al criterio acertado de que para que los Comandos sean organizaciones verdaderamente de masas deben estar representadas en su seno todas las organizaciones políticas, culturales, etc., que estén dispuestas a trabajar para lograr el derrocamiento del gobierno. Esto así, porque si mantenemos la actual política de arrastrar a los Comandos los militantes de otras organizaciones contrarias al gobierno y que están dispuestos a derrocarlo, por encima de la aprobación de las mismas, no haríamos otra cosa que oficializar la política de zapa contra organizaciones que la coincidencia en el combate contra Balaguer nos hermana y en lugar de lograr una verdadera unidad realmente la dificultaríamos; además de que las masas simpatizan o militan en distintas organizaciones y solo seremos capaces de atraerlas a los comandos si las organizaciones en que militan o simpatizan están representadas en los mismos.
“Ahora bien, no solo debemos aceptar oficialmente en los Comandos las organizaciones anti-balagueristas, sino que deben estar representadas con uno o más hombres en la dirección de los mismos.
“Solo en la medida en que logremos atraer todas las organizaciones anti-balagueristas a los Comandos (cosa que lograremos si les damos igualdad de derechos y deberes), será posible integrar las masas populares a esos combativos instrumentos de la lucha popular.
“No debemos pasar por alto, que si el gobierno es derrocado por la vía revolucionaria e intervienen los yankis, el programa de los comandos será directamente Nacionalista y Anti-imperialista y en ellos solo tendrán cupo las organizaciones Anti-imperialistas”.
“Movimiento Popular Dominicano (MPD)—Partido Marxista-leninista.
Nota: este documento también fue publicado por la Comisión Política del Comité Provincial Tony Grullón en 1972.
Documento número 2:
“POR QUE HAN FRACASADOS LOS COMANDOS”
“Introducción: Los comandos revolucionarios clandestinos, son el producto de un análisis concreto de la realidad histórica del movimiento revolucionario internacional y de nuestro país en particular.
“Luego de la claudicación de la Burguesía Nacional (PRD) y los Revisionistas del (PSP), hoy (PCD), en la guerra de abril, donde se planteó la entrega de las armas, y por ende la destrucción de los comandos de abril, y la participación en la farsa electoral que montaron los imperialista yanquis 1966. Nuestro partido planteó la organización de la resistencia a la dictadura balaguerista, en comandos, pero de una forma clandestina.
“Ahora bien, aunque nuestro partido (MPD) y el M.R. 14 de Junio, mantenían la posición de no entregar las armas y resistir hasta lo último, pero es necesario que señalemos, que caímos en una posición de rechazo, que era sostenida por el grupo que encabezaba el seudo-revolucionario de Pin Montas, llevando al partido a participar en la farsa de 1966 apoyando a los revolucionarios del 14 de Junio, quienes terminaron en la misma.
“¿Por qué decimos que caímos en una posición de derecha? Pues es ilógico, querer conseguir con el pacifico cupón electoral, lo que el imperialismo Yanquis nos habían arrebatado a fuerza de bombas y tiros, cuando el pueblo en arma, se disponía conquistar una serie de reivindicaciones. Aparte de eso hay que señalar, que el imperialismo estaba maniobrando con las manos sueltas, pues tenía el control directo del país, en lo económico a través del AID, y en lo político a través de la fuerza invasora de la FIP, igualmente en lo militar.
“Hay que señalar que nuestro partido fue el primero en denunciar los comicios de 1966, como una treta del imperialismo yanquis, pero que debemos reconocer críticamente que fuimos arrastrados a ellos, por los oportunistas que encabezaba el contra revolucionario de Pin Montas.
“Los comandos en la guerra de abril, surgieron ante la disyuntiva histórica, que se presentó ante los combatientes del pueblo, cuando desembarcaron las tropas invasoras; de organizarse, para combatir y resistir, los embates de las tropas yanquis, en unidades armadas que luego llamaron comandos, o si por el contrario amostrarse y claudicar, ante las tropas de la mal llamada FIP.
“Los comandos de la guerra de abril, fueron una manifestación concreta del poder popular de las masas; fue la forma que tomó la organización de la resistencia y combate del pueblo contra los feroces ataques de los invasores.
Origen de los Comandos Revolucionarios Clandestinos.
“Luego de la instauración de la Dictadura terrorista de Balaguer hija legitima del fraude electoral de 1966, del fracaso de la insurrección de abril, la izquierda dominicana, incluidos nosotros (MPD), nos enfrascamos en una ilusoria lucha “ideológica”, por la definición de la vanguardia del proletariado en nuestro país, al margen de organizar la lucha reivindicativa del propio proletariado y del pueblo en general.
Mientras toda la izquierda seguía manteniendo la ilusoria lucha “ideológica” la dictadura terrorista del fascista Balaguer, daba paso acelerado, para consolidar su dominación, y los crímenes, los apresamientos y las desapariciones, son el producto de esa política de afianzamiento de la dictadura balaguerista.
“Ahora bien, mientras la dictadura daba paso para su afianzamiento, nuestro Partido daba paso acelerado para romper con el tradicionalismo, que enfoca la doctrina de Marx y Lenin de una forma esquemática, y analizaba a la luz del marxismo-leninismo, la realidad socio económica de nuestro país y la experiencia que arrojaba la guerra de abril.
“Nuestro Partido—MPD–, luego de analizar todas las experiencias de la guerra de abril, el papel que jugaron los Comandos, la línea política adoptada por nuestro Partido en la Conferencia de Cuadros Guido Gil, la cual fue la propulsora de organizar nuevamente la resistencia a la dictadura balaguerista, a través de organizar nuevamente al pueblo en comandos, pero ahora de una forma clandestina, y la realidad socio económica dominicana, será una línea política, acorde con los lineamientos del marxismo-leninismo, sintetizada en poner al gobierno de turno como el blanco principal de la lucha revolucionaria, y aglutinar alrededor de esa lucha la mayor fuerza posible con el objetivo de dar al traste con él (gobierno de turno), y reemplazarlo por uno de coalición transitorio, que siente la base para la resistencia contra las tropas yankis.
“Debemos señalar, que aunque los Comandos fueron producto de la síntesis de la Asamblea de Cuadros Guido Gil, la visión que primó fue en su generalidad izquierdista, puesto que para la Guido Gil, el Comando no era el motor de la lucha de clase de los diferentes sectores, sino que el Comando, era ya un organismo de abastecimiento y combate, que serviría de base de apoyo a la guerra de guerrilla, que planteó la Guido Gil.
“Luego de que los hombres de nuestro Partido, comienzan a aplicar consecuentemente la nueva línea política, hija de la Asamblea Hilda Gautreaux, los Comandos Revolucionarios de carácter clandestino, comienzan a llenar su cometido histórico, o sea a organizar la lucha de los diferentes sectores, y servir de cuerpo armado, contra la fuerza del régimen balaguerista.
“Los Comandos Revolucionarios Clandestinos, no fueron inventados por nuestro Partido, sino que es la forma concreta que toma la organización de las masas, para resistir a la dictadura oligárquico-imperialista.
“En el proceso de la lucha revolucionaria han de surgir una serie de organizaciones, coyunturales, que han de ser la forma que tomara, la organización, en cada momento dado.
“El Comando es una organización político-militar de carácter clandestino que impulsa la lucha de todos los sectores, es por esa razón—decía el camarada Flavio Suero—que “los Comandos están en todas partes, porque los comandos son el pueblo”. Es decir, que donde quiera que haya protesta, es necesaria la organización de comandos, como garantía para la continuación de la misma.
“Los Comandos tienen un carácter democrático, donde caben todos los hombres del pueblo, que cumplan con la línea política y organizativa, de estos (los Comandos), sea del partido que sea.
“Hay que señalar, que desde el mismo comienzo de la organización de las masas en Comandos se comienza a violar los principios que son básicos, o sea que le sirven de base a la organización, pues primero se comienza a cazar hombres para el comando, al margen de organizar la lucha reivindicativa y el combate contra la dictadura, para que esa lucha arrojara los hombres que formarían las filas de los comandos.
“Fruto de esa visión es lógico, que los primeros comandos se organizaran sobre la base de los viejos simpatizantes del partido y los nuevos colaboradores, lo que determinaba, una inevitable ligazón, casi indisoluble de estos con el Partido.
“Luego de superada esta desviación, los CRC, comenzaron a organizar la protesta popular y sus acciones militares obedecían a su línea política, de golpe a los connotados verdugos del pueblo, por lo cual eran vista con simpatía por las amplias masas del pueblo.
“Esa época es a nuestro entender y los hechos así lo demuestran, la mejor que han tenido los CRC, en toda su historia. En esa época los comandos recogían las aspiraciones de las masas, para convertirlas en lucha contra la dictadura yanki-balaguerista.
Origen de la degeneración.
“Luego de esta época brillante donde los comandos jugaron un gran papel, en la lucha general del pueblo, surge inesperadamente una peligrosa tendencia, que sin darnos cuenta de las funestas consecuencias que traería a la organización de comando, la dejamos colar en seno de la organización. Los llamados “golpes de manos”, con el solo pretexto de comprar armas y equipos, para la organización. Debemos señalar que ante esta tendencia tan peligrosa, el partido en su inicio actuó con mano floja.
“La política de los “Golpes de Manos”, comenzó a tomar cuerpo en la organización de comando y se materializaron una serie de golpe de manos, realizados por una serie de comandos, que supuestamente comprarían equipos. Nunca en la generalidad de los casos llegaron a comprar tales equipos, como era natural, esa maldita tendencia fue generando apetencia en algunos miembros de los comandos, que más tarde degeneraron en bandas de asaltantes, que sus acciones, son aprovechadas por la P.N., los grupos oportunistas de todos los pelajes y los contrarrevolucionarios del Pacoredo contra nuestro Partido.
“Además de esa causa (los golpes de manos), que fue la (que) más pesa en la degeneración, hay que señalar que la Sacada, por una u otra razones de los dirigentes naturales de los comandos, surgido del fuego vivo de los combates de clase, esto influye también sobre la degeneración, pues y estos fueron reemplazados por otros con menos experiencias y con él un mal criterio, lo que motivaba nuevas deviaciones, pues los nuevos compañeros volvieron a caer en una etapa ya superada, cazar hombres para el comando, sin organizar el combate de clase.
“Aparte que los nuevos “jefes” impuesto, no eran el resultado de la lucha de los comandos, y tenían el errado criterio, de que por el solo hecho de pertenecer al partido, eso le daba el “titulo”, para ser jefe de un comando, lo que fue creando las condiciones, para que los compañeros del partido, llegaran a creer que los comandos eran células del partido.
“Luego de haber roto con la política, que generó las bandas*, los llamados golpes de manos, los comandos con sus nuevos “jefes”, caen en acciones desvinculadas por completo de la política, y comienza a ser puesta en práctica la política de la famosa “Pesca”**, que es la síntesis de la política de lo más fácil, abandonándose así la más elemental norma, para realizar una acción militar.
“La política de la “Pesca”, les hizo dañó a la organización y trajo como consecuencia, muertos y presos, y el descredito de la organización, pues se cometían una serie de acciones que iban contra la línea de los propios comandos.
“Hay otra desviación de poca importancia, pero que debemos corregir, es sobre el mal criterio que tienen la mayoría de los compañeros sobre cómo deben restructurarse los comandos, pues se vive hablando de reestructurar los comandos, al margen de organizar el combate, contra la dictadura yanquis-balagurista.
“Síntesis:
“Creemos que la degeneración de los Comandos fue motivada por:
1, El abandono a los principios, que lo fundamentan y sirven de base.
2. A la política de los llamados Golpes de Manos, que fue la génesis de una serie de bandas, que hoy funcionan tras la pantalla de la revolución.
3. A la Sacada de los Dirigentes Naturales, surgidos de los combates de clase.
4. A la política de la famosa “Pesca”.
5. A la visión estrecha de los nuevos “Dirigentes”.
“A nuestro entender, para enderezar la línea de los comandos debemos: antes que nada poner en práctica los criterios básicos, que son más justo ahora que nunca, debido a la experiencia práctica de su aplicación”.
Santo Domingo, D.N., Marzo 1971.
(Firmado) “Comité del Distrito Movimiento Popular Dominicano—Partido Marxista-leninista.
Notas: *Se refiere a los grupos que se desvincularon de los CRC y comenzaron a actuar de maneras independientes, convertidos en bandas de asaltantes. Muchos de los integrantes de esos grupos pasaron casi de inmediato a formar parte de la famosa Banda Colorá.
** Cuando en el documento se habla de “pesca”, se hace para referirse a la práctica basada en la improvisación, que se hizo cotidiana, de salir a “pescar” o “cazar” objetivos, especialmente económicos. Esos objetivos eran asaltados sin que previamente se planificara o se tomara alguna decisión.