El dueño de los Marlins de Miami, Jeffrey Loria, ha tenido problemas para sobrellevar la muerte del joven lanzador súperestrella José Fernandez, quien murió junto a dos amigos en un accidente náutico fatal en la costa de Miami Beach en la madrugada del 25 de septiembre pasado.
Por lo general, Loria va a Europa con su esposa a finales de noviembre o principios de diciembre durante unas semanas. Pero esta vez, el dueño salió inmediatamente después de la inesperada muerte de la joven promesa de ese equipo.
“Estábamos tan sorprendidos y tan trastornados, sólo nos fuimos por tres o cuatro semanas”, dijo Loria el jueves, según publicó Ken Rosenthal de FOX Sports. “Hemos vuelto hace un par de semanas y estamos tratando de reagruparnos.
“José era prácticamente como otro miembro de mi familia. Cuando se pierde a alguien, especialmente a esa edad, es una tragedia con la letra “T” en mayúscula”, dijo el máximo ejecutivo de esa organización.
La parte más difícil para Loria, sin embargo, es tener que seguir adelante sin Fernández. Días después de su muerte, el club firmó al tercera base Martín Prado por tres años y 40 millones de dólares.
Esta semana, los Marlins firmaron al dominicano Edinson Volquez a un contrato de dos años y $ 22 millones.
Por lo tanto, aunque sería fácil alejarse de todo, Loria sabe que “negocio es negocio”, y necesita encontrar una manera de seguir adelante.
“No reemplazas a un gigante como José, pero tienes que seguir adelante”, le dijo Loria a Rosenthal.
. “No estoy tranquilo, pero ciertamente no voy a dejar este equipo. Tú no tienes opciones en la vida”, agregó Loria.
“A veces sólo tienes que seguir adelante, dar un paso atrás y dar dos pasos adelante. Eso es lo que estoy haciendo”, finalizó.
El astro de los Marlins de Miami murió junto a sus amigos Emilio Jesús Macías, de 27 años, y Eduardo Rivero, de 25 años.
De acuerdo a investigaciones, los cuerpos de los tres tenían fuerte olor a alcohol cuando fueron encontrados por buzos y también hallaron evidencia de que el bote viajaba a exceso de velocidad cuando chocó con un rompeolas en la madrugada del 25 de septiembre.