Danilo pretende perpetuarse en el poder imponiendo como presidente títere a quien aprovecha la pandemia para hacer proselitismo violando el toque de queda. El último de cuatro títeres de Trujillo fue Balaguer, exaltador del “Jefe”. No obstante, en plena tiranía, en 1952, osó decir: “…tendremos que admitir que nuestro gobierno no es teóricamente un gobierno democrático, puesto que lo esencial de la democracia es la alternabilidad de los poderes…”“Lo que Trujillo dirige no es un gobierno, es un régimen..” Balaguer asumió como títere en 1960, con 30 años de experiencia estatal, dentro y fuera del país. Vivió como oblato o monje, no hizo negocios con Trujillo, no mantuvo hetairas, ni poseyó empresas, hoteles, helicópteros o aviones. Sabía que su puesto era una farsa y, en “Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo” reseñó que cuando él juró como “Presidente Postizo”, Eisenhower dijo sobre Trujillo:“¿A quién cree él que está engañando?”.
El delfín de hoy, distinto a Balaguer, sin su erudición, no cuestiona a Danilo, pues tendría que develar que su candidatura es una conjura para perpetuar la “dictadura constitucional” de un partido, ahora de un hombre, y que fue descrita como tal por el prestigioso jurista Luis Gómez Pérez. No es tiranía, pero sí una dictadura, ya agónica, sin pesos y contrapesos sin división de poderes, concentrados en Danilo. Borges dictaminó: “Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho que fomentan la idiotez”. Danilo, quizá contagiado de idiotez, ¿creería que sus gobernados somos idiotas irremediables al ordenar a su títere que haga promesas que ya él incumplió y que no engañan a nadie? Machado dijo: “El ojo que tú miras no es ojo porque tú lo miras, sino ojo porque te ve”. ¿Creería Danilo que siendo idiotas ya olvidamos su promesa de generar electricidad en Punta Catalina con 2,600 toneladas diarias de basura y, en cambio, sufrimos un fuego catastrófico en Duquesa?¿Pensarían Danilo y su títere que el pueblo creerá en la propuesta del delfín ante la AMCHAM de lograr “los niveles más bajos en los precios de la electricidad? ¿Supondrían Danilo y el delfín que olvidamos la promesa de “cero apagones” que hizo el PLD hace un cuarto de siglo, desde antes de llegar al poder en 1996? ¿Creerían Danilo y su discípulo que somos idiotas y ya olvidamos los miles de millones despilfarrados en la contaminante Punta Catalina que, supuestamente, bajaría la tarifa?
Lo dicho ante la AMCHAM revivió el “Mito del Anillo de Giges”, relatado así en “La República” de Platón: El pastor Giges, de Lidia, encontró un cadáver gigantesco, con un anillo de oro como única pertenencia. Giges tomó el anillo y se reunió con otros pastores. Sentado ,jugó con el anillo, lo giró en el dedo, y el engarce quedó apuntando hacia la palma de la mano. Se percató de que cuando eso ocurrió los pastores hablaban como si él no estuviese presente. Asombrado, volvió el anillo hacia arriba y, de nuevo, los pastores lo tenían en cuenta. Repitió el proceso varias veces y se convenció de que girando el engarce hacia la palma de la mano él se hacía invisible. Convencido de ese poder Giges urdió un plan macabro y solicitó ser comisionado por los pastores para rendir cuentas al rey en su palacio. Allí volteó el anillo, se hizo invisible, sedujo a la reina, mató al monarca y asumió el poder como soberano del reino de Lidia. Hace 2,400 años Sócrates y Glaucón dialogaron acerca de que, siendo invisibles, las personas actuarían sin temor a ser descubiertos y, sintiéndose impunes, los dirigentes serian tiránicos y corruptos.
El delfín remedó a su titiritero pues, siendo candidato, prometió que su gobierno perseguiría los funcionarios acusados de corrupción basándose hasta en el más leve “rumor público”. Imitando a Danilo, el títere señaló a la AMCHAM: “Tramitaremos a la justicia cualquier caso de corrupción que sea de nuestro gobierno…”. Con esas palabras el delfín ya consagró impunidad y absolución para toda la corrupción acumulada y solo faltó que dijera, como Danilo, que “no tiraría piedras para atrás”. Danilo aplicó el “borrón y cuenta nueva” y llegó más lejos aún, pues no incoó el enjuiciamiento de Punta Catalina. ¿Se habrían repartido de antemano múltiples réplicas del anillo de Giges, para que los funcionarios de su propio gobierno que recibieran sobornos se hicieran invisibles y no pudieran ser perseguidos? Todos los “del anillo”, ¿tendrían anillos mágicos como el de Giges? Es norma que un títere obedezca e imite al titiritero y ya podrían estar repartiéndose los anillos de la invisibilidad e impunidad del régimen del delfín, pero de nada servirán pues el PLD, Danilo y su títere serán derrotados por los votos a favor del necesario e inevitable “Cambio”. Así, rescataremos la democracia, superaremos la impunidad, doblegaremos la corrupción y viviremos en paz social y armonía productiva. Votemos el 5 de julio sin temor, con mascarilla y sana distancia.