El gobierno de México concedió la extradición del líder narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán a Estados Unidos y de inmediato la defensa anunció que combatirá la decisión en los tribunales, lo cual podría demorar por meses la entrega del capo a las autoridades estadounidenses.
La cancillería mexicana informó el viernes en un comunicado que el gobierno estadounidense dio garantías de que el capo no enfrentará pena de muerte, una condición de México para extraditar a cualquiera de sus ciudadanos.
La defensa de Guzmán tiene aún 30 días para poder iniciar un juicio de amparo contra la extradición, algo que su abogado dijo que hará, aunque no especificó cuándo.
El propio Guzmán, considerado el líder del cártel de Sinaloa, fue notificado de la decisión de México en el penal en el norte de México donde permanece recluido, señaló la cancillería.
“Hemos acordado no buscar la pena de muerte, lo cual es consistente con nuestras políticas de extradición con México”, comentó un funcionario estadounidense, no autorizado a ser identificado por políticas internas de su gobierno.
El capo fue transferido hace un par de semanas a una cárcel en Ciudad Juárez, cerca de la frontera con Estados Unidos, en un movimiento que el gobierno dijo tenía que ver con nuevas obras para fortalecer la seguridad en la prisión donde se encontraba, cerca de la capital mexicana.
Guzmán enfrenta dos procesos de extradición para ser procesado en Texas y California, por delitos que incluyen asociación para importar y distribuir cocaína y marihuana; posesión de armas, lavado de dinero y homicidio. La cancillería señaló que consideró procedentes ambas solicitudes.