San Juan. Inaugurado en 1929, el Capitolio de Puerto Rico, sede de la cámara de senadores y representantes de la isla, es la edificación más significativa e impresionante de San Juan. A la entrada del Viejo San Juan, se erige elegante, de corte imperial y estilo Neoclásico. Una visita a la sede legislativa resulta imprescindible para quienes visitan la isla y quieren conocer su historia, la vida de sus próceres, hazañas, logros, éxitos y fracasos. La idea de construir el Capitolio provino del entonces miembro de la Cámara de Delegados, Luis Muñoz Rivera, a principios del Siglo XX. El diseño es de Rafael Carmoega, primer arquitecto puertorriqueño graduado en Estados Unidos.
A la entrada, una despejada escalinata de mármol da acceso al interior. Entre columnas corintias, vistosa cúpula trabajada con diminutos mosaicos, por el escultor italiano José Albrizio, se cuenta la historia de la isla, narrada a través de estos murales hechos de mosaicos italianos. Recrean historias de otros tiempos, de logros, de luchas, de defensas y de conquistas. En el centro del edificio, en el primer nivel, se encuentra una rotonda con manuscritos de la carta constitutiva. Frisos ricos en detalles y la cúpula con toda una historia que inicia con la Colonización, la abolición de la esclavitud, así como otros grandes momentos históricos forman parte de esta colección que perpetua momentos trascendentales en la historia de Puerto Rico.
Si visita a Puerto Rico, no deje fuera la posibilidad de visitar el Capitolio, en breve tiempo podrá disfrutar de su esplendor y conocer su historia y, de paso, hacerse una fotografía en esta impresionante y solemne edificación, casa de las leyes de la Isla del Encanto.