NUEVA ORLEANS. El permafrost del Ártico se está descongelando con mayor rapidez, indicó un nuevo estudio el martes.
Además, el agua se está calentando y el hielo marino del Polo Norte se está descongelando a su ritmo más rápido de los últimos 1.500 años.
El informe anual de la Oficina Nacional para la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) mostró un calentamiento ligeramente menor que en 2016, en el cual se alcanzaron récords de calor. Pero los científicos siguen preocupados porque esa región se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta y ha alcanzado un nivel de calor sin precedentes en la era moderna.
“El 2017 nos siguió mostrando que estamos en esta tendencia en la que el Ártico es un sitio muy distinto a lo que era apenas hace una década”, dijo Jeremy Mathis, director del programa de investigación del Ártico de la NOAA y coautor del informe de 93 páginas.
“Lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico; afecta al resto del planeta”, dijo Timothy Gallaudet, director interino de la NOAA. “El Ártico tiene una enorme influencia en el mundo en general”.
El permafrost es la capa de tierra en el subsuelo que está permanentemente congelada en áreas glaciales. Los registros reflejan que el terreno congelado sobre el cual están construidos muchos edificios, carreteras y tuberías alcanzó temperaturas récord el año pasado, acercándose al punto de descongelamiento o incluso superándolo. Ello podría ocasionar desastres si el terreno se mueve o se desnivela, dice el estudio. A diferencia de otras lecturas, los indicadores de permafrost suelen surgir con un año de rezago.
Los reportes preliminares de Estados Unidos y Canadá en el 2017 mostraron que las temperaturas del permafrost “nuevamente han alcanzado su máximo nivel histórico en todos los lugares estudiados” en Norteamérica, dijo Vladimir Romanovsky, uno de los autores del reporte y profesor de la Universidad de Alaska en Fairbanks.
Aproximadamente el 79% del hielo sobre el Océano Ártico es delgado y de solo un año de antigüedad. En 1985, el 45% de ese hielo era grueso y más viejo, dijo Emily Osborne, de la NOAA.
“Tradicionalmente, el Ártico ha sido el refrigerador del planeta, pero la puerta del refrigerador se dejó abierta”, dijo Mathis.