SANTO DOMINGO. El 48 por ciento de las armas de fuego con las cuales 111 mujeres fueron asesinadas en el 2016, fueron ilegales revela un estudio realizado por el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Fundación Democracia y Desarrollo.
La investigación titulada Feminicidios en República Dominicana durante el 2016, describe que el 37% de los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas se cometieron con armas ilegales y que uno de los factores de la misma podría ser la falta de regulación para su adquisición.
En segundo lugar se encuentran las armas blancas, en donde el 13% de las muertes por esta causa fueron cometidas por haitianos contra mujeres de su misma nacionalidad.
El estudio realizado por Flor Batista Polo, coordinadora de la Unidad de Poder Legislativo del Observatorio, revela que en los 111 casos, 49 victimarios o feminicidas escaparon o intentaron escapar y que la segunda acción más registrada es el suicidio del agresor.
En ocho casos, los agresores no sólo mataron a la mujer, sino que intentaron matar o hirieron a sus hijos u a otra persona en el proceso, dice.
Describe que sólo en 30 de los casos había información sobre el historial violento del victimario hacia la víctima. En el 41%, los motivos principales fueron supuestamente los celos y la negación de la víctima a retomar la relación, 46 de 111 casos.
El 24% de las víctimas de feminicidios eran amas de casa, mientras que el 15.3% agrupó a estudiantes de los niveles inicial, básico, secundario y algunas universitarias que cursaban las carreras de medicina, psicología y educación.
De los 106 hombres que mataron a una o más mujeres, el 14% era empleado privado, estaba desempleado o era peluquero, el 12% se dedicaba al comercio y 9% eran miembros de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional.
En el estudio se describe que hay una falta de homogeneidad en los conceptos y teorías del feminicidio y que en RD se reconoce como aquellos casos en que el vínculo entre la víctima y el victimario pretendía ser una relación sentimental o aquellos en donde la mujer se encontraba en la línea de fuego de un hombre que intentó o mató a otra mujer. De los 111 casos, 88 fueron íntimos y 42 fueron de parejas que ya estaban separadas.