El 30% de las personas que sufren traumas severos, producto de choques de tránsito, terminan como pacientes siquiátricos, al tiempo que producen empobrecimiento de las familias y la discapacidad, los cuales son un desafío para los dominicanos.
El dato fue ofrecido por Amaury García Silverio, director del Hospital Traumatológico Ney Arias Lora, al dictar una conferencia a estudiantes de medicina de la Universidad Organización y Método (O&MED), explicó que estos pacientes con lesiones severas tienden a suicidio “porque no es fácil salir de su casa bien y luego, de repente, no poder moverse”.
Expresó que los choques de tránsito no resisten análisis, al destacar que el año que acaba de concluir, el hospital recibió unos 8 mil 748 casos de choques de tránsito y que de esos hubo 192 fallecidos.
Un grupo de 120 pacientes consumieron en el establecimiento de salud 53 millones de pesos. “Lo cual le dice a ustedes que eso no es una consulta, si usted pregunta en cualquier hospital de nuestros país, esa persona se va a morir porque es un problema de salud que él no lo generó, a una persona que hay que hacerle una sustitución valvular, no hay recursos para eso, sin embargo el hospital tiene que gastar en situaciones que son altamente prevenibles”, explicó el doctor.
Precisó que es necesario que el problema de los choques de tránsito sea visto de manera holística e integral por todo lo que implica para el Estado, las familias y la sociedad.
Recordó que el año pasado el Seguro Nacional de Salud (Senasa) autorizó, de enero a noviembre, unas 382 mil indicaciones ligadas a los choques de tránsito, “y eso repartido en el régimen subsidiado que es el que pagamos todos con los impuestos, autorizaron unos 583 millones de pesos y la cantidad de personas que solicitó la intervención de ellos, los afiliados, fueron unos 30 mil”.
“Nosotros hemos visto este problema con una capacidad clínica y proactiva, por lo tanto el año pasado diseñamos campaña interna y comunitaria para llevar consciencia a la población”, puntualizó.
Manifestó que desde que ingresan al hospital hasta que reciben atención siquiátrica pos traumática el gasto que le representan los sobrevivientes de choques de tránsito al Estado es de aproximadamente el 1.2% del Producto Interno Bruto del país, esto tomando en cuenta el costo que representa el uso de la ambulancia, los gastos administrativos del centro médico, la grúa que remueve el vehículo siniestrado, entre otros factores que intervienen en el suceso lo que representa una carga insostenible para la sociedad.
“Los choques de tránsito son un problema que se agrava debido a que un gran porcentaje de las víctimas sufren secuelas del accidente tan severas como discapacidad o parálisis completa y tienden al suicidio”, dijo García a los estudiantes de medicina de la universidad O&M, como parte del acuerdo interinstitucional firmado el mes pasado entre el Hospital Ney Arias Lora y la academia.
García Silverio también aseguró que los choques de tránsito son una “catástrofe” en tres órdenes: familiar, social y económico por lo que se hace imperativo abordar esta problemática desde diferentes ángulos.
El director del Ney Arias Lora reveló que desde la dirección del centro ha encaminado, con la colaboración de la DIGESET y otras instituciones, acciones para educar y concientizar en la zona de Santo Domingo Norte desde niños en las escuelas hasta motoristas en las calles a los que también se le ha entregado cascos de protección.
Expresó que la importancia de un sistema y logística de traslado de pacientes en coordinación con los hospitales, ya que esto se ha convertido en un enorme problema para los hospitales en la zona metropolitana, al tiempo que abogó por una mayor presencia de agentes de la DIGESET en las calles.
En la actividad estuvieron presentes, además, el director de la Escuela de Medicina de la O&MED, el doctor Eddy Pérez Then y la consultora para la Organización Panamericana de la Salud en materia de agua, salud ambiental y seguridad vial, ingeniera Rosa Urania Abreu.
De su lado, tanto Eddy Pérez Then como Rosa Urania, destacaron las debilidades que poseen las instituciones para registrar los factores de riesgo que ayuden a disminuir los choques de tránsito y manifestaron que están a la espera de que el INTRANT imponga las nuevas reglas, sobre todo las multas, que es lo que a su juicio, obligará a los adultos a ser más prudentes.