Un grupo de manifestantes congregados en el centro de El Cairo para rechazar la vigencia de la ley islámica impuesta por el Gobierno de Mohamed Mursi fueron dispersados por el Ejército egipcio con carros hidrantes en las adyacencias del Palacio Presidencial. Reportes de medios de comunicación indican que los opositores intentan atravesar los cordones de seguridad y lanzan bombas incendiarias en el territorio contiguo al edificio, a pesar de la valla protectora.
El corresponsal de teleSUR en Egipto, Pablo Osoria, informó que a las afueras del Palacio Presidencial, en El Cairo, “hay en estos momentos enfrentamientos”.
El comandante de la Guardia Republicana egipcia se ha dirigido a los manifestantes frente al Palacio Presidencial, pidiéndoles que se tranquilicen. Por el momento, su discurso no ha tenido efecto.
La cadena Al Arabiya informó que al menos 48 personas han resultado heridas en los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes.
Según medios locales, varias bombas incendiarias impactaron también la sede de la embajada del Reino Unido en El Cairo. El Ejército ha abierto fuego con balas de goma contra los manifestantes.
Los manifestantes acusan al presidente Mohamed Mursi de imponer una nueva forma de autoritarismo y de traicionar los valores de la Revolución popular, que llevó a la renuncia al expresidente Hosni Mubarak hace dos años.
Piden la formación de un gobierno de salvación nacional y una revisión de la Constitución aprobada recientemente en un referendo.
“No queremos derramamiento de sangre ni destrucciones. Queremos libertad de expresión y queremos democracia”, dijo Amr Mussa, exdirector de la Liga Árabe y uno de los principales dirigentes de la oposición.
La jornada de protestas, bautizada como el “Viernes del basta ya” se produce después de un semana de disturbios caracterizados por una violencia que dejó 60 personas fallecidas.
El pasado lunes, el jefe de Estado egipcio decretó estado de emergencia en el país y llamó a los representantes de la oposición y a los partidos islamistas que le apoyan a celebrar un diálogo nacional. El FSN lo rechazó y lo calificó de propuesta “sin sentido” pues solicitan que el presidente asuma la responsabilidad de los disturbios de los últimos días que han dejado varias decenas de muertos y otras tantas de heridos, así como la formación de un gobierno de unidad nacional.