El gobierno de Estados Unidos anunció este martes que va a pagar 1.600 millones de dólares a la empresa de biotecnología Novavax para financiar su proyecto de vacuna contra la COVID-19, garantizando que en caso de éxito el país tenga prioridad en el acceso a 100 millones de dosis.
El gobierno del presidente, Donald Trump, lanzó la operación “Warp Speed” (velocidad superior a la de la luz) para intentar producir 300 millones de dosis de vacunas de aquí a enero de 2021 para que los estadounidenses tengan la vacuna primero.
A diferencia de Europa y otros países, Estados Unidos apuesta en solitario y no participa en las recaudaciones de fondos internacionales.
El gobierno estadounidense ha invertido miles de millones de dólares en estos proyectos para financiar las pruebas clínicas y, en paralelo, dar fondos para las plantas de fabricación de las vacunas a gran escala.
Además, de aquí a septiembre va a adquirir un 92% de las producción del antiviral remdesivir, el único compuesto que ha mostrado una relativa eficacia para el síndrome respiratorio provocado por el coronavirus.
“La operación ‘Warp Speed’ creó una cartera de vacunas para aumentar las posibilidades de tener al menos una vacuna segura y eficaz para finales de año”, declaró Alex Azar, secretario de Salud.
El gobierno estadounidense también invirtió 2.000 millones en varios proyectos para crear una vacuna de Johnson & Johnson, Moderna y AstraZeneca.