Por Arshad Mohammed y Erika Solomon
MOSCU/BEIRUT (Reuters) – Rusia y Estados Unidos acordaron buscar nuevas negociaciones de paz con ambos bandos de la guerra civil en Siria, pero líderes opositores se mostraron escépticos el miércoles ante a una iniciativa que temen pueda mantener al presidente Bashar al-Assad en el poder.
En una visita a Moscú después de que Israel bombardeara objetivos cerca de Damasco y mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afronta nuevos llamamientos para que arme a los rebeldes, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que Rusia aceptó intentar convocar una conferencia incluso este mismo mes con ambas partes en conflicto.
El desacuerdo entre oriente y occidente, que ha provocado algunos de los intercambios más gélidos entre Washington y Moscú desde la Guerra Fría, ha paralizado los intentos de la ONU de dirimir el conflicto sirio durante dos años, por lo que cualquier acercamiento podría facilitar un frente común.
Los ataques aéreos israelíes, los reportes del uso de armas químicas y la creciente prominencia de militantes vinculados a al Qaeda entre los rebeldes se han sumado a la urgencia internacional para terminar con una guerra que ha dejado más de 70.000 muertos.
Pero con el odio entre las distintas facciones en Siria más arraigado que nunca, no está nada claro que las partes estén dispuestas a negociar.
La mayoría de las figuras de la oposición han descartado las conversaciones a menos que Assad y su círculo íntimo sean excluidos de cualquier futuro Gobierno de transición.
“No se ha decidido una posición oficial, pero creo que la oposición podría encontrar imposible mantener conversaciones sobre un Gobierno que tenga a Assad al frente”, dijo Samir Nashar, miembro del cuerpo opositor Coalición Nacional Siria.
“Antes de tomar cualquier decisión, necesitamos saber cuál sería el rol de Assad. Ese punto se ha dejado vago, creemos que intencionalmente, para intentar arrastrar a la oposición a conversaciones antes de que se tome una decisión al respecto”, agregó.
En el pasado, Estados Unidos ha apoyado las demandas de la oposición de que Assad sea excluido de cualquier futuro Gobierno, mientras que Rusia ha dicho que eso lo deberían decidir los sirios, una fórmula que la oposición cree sería utilizada para mantener al presidente en el cargo.
Miembros opositores dijeron que estaban preocupados por comentarios de Kerry en Moscú, en los que se hizo eco de Rusia respecto de que la decisión sobre quién participa en un Gobierno de transición debe ser dejada a los sirios.
“Los sirios están preocupados de que Estados Unidos esté avanzando en sus propios intereses, mientras que Rusia usa la sangre y el sufrimiento del pueblo sirio”, dijo Ahmed Ramadan, miembro de la Coalición Nacional Siria.
“Estamos en contacto con el lado estadounidense y necesitamos tener la garantía de que no hay cambios en su posición sobre Assad”, agregó.
Dentro del país, donde los grupos rebeldes son numerosos y tienen opiniones dispares, un dirigente militar en el norte, Abdeljabbar al-Oqaidi, dijo a Reuters que le gustaría conocer los detalles del plan ruso-estadounidense antes de opinar.
“Pero si el régimen estuviera presente, no creo que quisiéramos acudir”, agregó.
No hubo una declaración inmediata del Gobierno sirio, que ha ofrecido reformas pero que descalifica a los rebeldes llamándolos terroristas y títeres de poderes extranjeros.
En declaraciones realizadas antes del anuncio en Moscú, Assad sonó igual de desafiante que siempre.
“Las agresiones israelíes recientes exponen la extensión de la complicidad entre el ocupante israelí, los países regionales y Occidente para promover los actuales eventos en Siria”, dijo Assad, según fue citado por un canal de televisión libanés.
“El pueblo sirio y su Ejército heroico (…) son capaces de enfrentar esta aventura israelí, que representa una de las caras del terrorismo que está apuntando a Siria todos los días”, agregó.
INTERESES COMUNES
Alarmadas por las perspectivas de que el conflicto se extienda en una región inestable y económicamente importante, sin embargo, las principales potencias tienen -como dijo Kerry a Putin el martes-, “intereses comunes muy significativos” para conseguir un acuerdo.
“La alternativa”, declaró Kerry posteriormente en una rueda de prensa con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, “es que Siria se dirija más cerca del abismo, si no al abismo y al caos”.
Rechazando ser considerados los protectores de Assad, para cuyo Ejército ha sido uno de los principales proveedores de armas desde la época de su padre Hafez, Lavrov dijo que Rusia no esta preocupada por la suerte de “ciertos” individuos.
“Ahora, el trabajo es convencer al Gobierno y a todos los grupos de la oposición (…) que se sienten en la mesa de negociación”, declaró.
Kerry dijo que la conferencia debería celebrarse “en cuanto sea posible en la práctica, ojalá y posiblemente antes de final de mes”. Ni Lavrov ni Kerry dijeron dónde podría celebrarse.
Rusia, apoyada por China, ha rechazado los llamamientos para que se estudien sanciones a Assad, y juntos han vetado tres resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaban la represión de los grupos de la oposición.
(Reporte adicional de Steve Holland en Washington, Suleiman al-Khalidi en Amán y Arshad Mohammed, Timothy Heritage, Alexei Anishchuk y Steve Gutterman en Moscú; Traducido por Teresa Larraz en la Redacción de Madrid y Lucila Sigal en la Mesa de Santiago de Chile)