Washington, 26 abr (EFE).- El gobierno estadounidense impondrá, en coordinación con sus socios del G7, nuevas sanciones contra miembros de la cúpula política y económica rusa a comienzos de la semana próxima, informaron hoy altos funcionarios de la Casa Blanca.
En una rueda de prensa a bordo del Air Force One, que trasladó al presidente Barack Obama de Corea del Sur a Malasia, el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, aseguró que las sanciones se anunciarán “muy pronto”, posiblemente el lunes.
“Es importante actuar con rapidez, por lo que esperamos ver movimientos al comienzo de la semana entrante”, afirmó el alto funcionario de la Casa Blanca, que no quiso especificar una fecha concreta.
“Vamos a enfocarnos en el tipo de sanciones que hemos impuesto en el pasado que tienen como objetivo individuos con activos importantes en la economía rusa e influencia dentro del liderazgo ruso”, explicó Rhodes.
El asesor de Obama dijo que Estados Unidos se reserva “más severas sanciones por sectores”, algo que podría incluir el vital sector energético ruso, en caso de “una escalada mayor por parte de Rusia, como traspasar con tropas la frontera con Ucrania”.
Los miembros del G7 anunciaron ayer imponer “urgentemente” nuevas sanciones a Rusia por no cesar en su apoyo a las milicias prorrusas sublevadas en el este de Ucrania.
Rhodes explicó que Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón, se coordinarán para imponer las sanciones independientemente, pero de manera coordinada.
Pese a que la Casa Blanca descartó sanciones sectoriales por el momento, no negó la posibilidad que se incluya en la lista de personas sujetas a la congelación de sus bienes dentro de jurisdicción estadounidense a importantes empresarios rusos.
Mientras tanto, Rusia sigue concentrando varias decenas de miles de soldados, así como tanques y aviación, en las cercanías de su frontera con Ucrania, cerca de las regiones rusoparlantes ucranianas donde se han sublevado milicias contrarias al gobierno de Kiev.
Rhodes reconoció que una ampliación de las sanciones a Rusia para incluir a sectores estratégicos podría tener efectos en la economía mundial, al tiempo que aseguró que Washington entiende las preocupaciones existentes en el sector privado europeo por el impacto que éstas puedan tener.