El Senado confirmó ayer a la fiscal federal Loretta Lynch al frente del Departamento de Justicia, lo que la convierte en la primera mujer afro-estadounidense en ocupar este puesto.
Los senadores votaron por 56 contra 43 a favor de esta mujer de 55 años, que se desempeñaba desde 2010 como fiscal general del distrito este de Nueva York, donde supervisó varias investigaciones sobre corrupción, crimen organizado y terrorismo.
La secretaria de Justicia, supervisa también el FBI, la lucha antiterrorista, los asuntos de corrupción y de fraude financiero. Es la voz de la administración en los temas más candentes de violencia policial y derechos cíviles. Y tendrá la difícil tarea de restablecer la imagen del departamento de Justicia, acusado de subjetividad política por los republicanos.
“Ella utilizará su experiencia de fiscal dura, independiente y respetada en los temas prioritarios como la reforma del sistema penal” aseguró el presidente Barack Obama en un comunicado.
Obama la nombró en noviembre para suceder a Eric Holder -también afor-estadounidense- que ocupaba el puesto de fiscal general desde 2009, pero la nominación de Lynch fue bloqueada en medio de una batalla entre la mayoría republicana y la minoría demócrata del Senado.
En Estados Unidos la nominación de los miembros del gabinete presidencial debe ser aprobada por el Senado.