Al menos dos ciudadanos iraquíes han sido detenidos en el aeropuerto neoyorquino de Kennedy tras la entrada en vigor de la orden ejecutiva de Donald Trump que prohíbe la entrada en Estados Unidos a refugiados sirios e inmigrantes de siete naciones de mayoría musulmana. La aplicación inmediata de este decreto ha creado un limbo legal para aquellos que se encontraban volando o aterrizando en aeropuertos estadounidenses en el momento de ser aprobada. Este sábado, el diario The New York Times informó de las dos primeras víctimas: dos ciudadanos iraquíes que contaban con peticiones de asilo ya aprobadas y que han sido detenidos en el aeropuerto Kennedy de Nueva York.
“Se trata de dos personas que cuentan con todos los papeles necesarios y con permiso, en gran parte, por el trabajo que han realizado para Estados Unidos”, asegura a EL PAÍS, Nicholas Espíritu, uno de los abogados que han presentado la demanda en su nombre. “A cambio, lo que han encontrado al llegar aquí ha sido su detención”. Espíritu explica que su organización, el Centro Nacional de Leyes de Inmigración, demanda a un juez federal que impida al gobierno de Donald Trump obligarles a regresar a su país. El primero de ellos, Hameed Khalid Darweesh, intérprete en Irak para el gobierno estadounidense durante diez años, ya ha quedado en libertad.