WASHINGTON. El Gobierno estadounidense notificó este viernes formalmente a la ONU su intención de retirarse del Acuerdo de París, como anunció hace dos meses el presidente Donald Trump, un proceso que no podrá completarse hasta el 4 de noviembre de 2020, un día después de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU.
“Hoy, Estados Unidos envió una comunicación a las Naciones Unidas, en su capacidad como depositario del Acuerdo de París, sobre la intención de retirarse del Acuerdo de París tan pronto como tenga la opción de hacerlo, según los términos” del pacto, dijo el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado.
Trump anunció el pasado 1 de junio su decisión de abandonar el Acuerdo de París que a finales de 2015 firmaron casi 200 países, al argumentar que ese pacto pone en “permanente desventaja” a la economía y los trabajadores estadounidenses.
El punto 28 del Acuerdo de París indica que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, como es el caso de EE.UU., solamente podrá solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor, esto es, el 4 de noviembre de 2019.
Una vez hecha formalmente esa petición, tiene que pasar otro año para que la salida del acuerdo sea efectiva, por lo que Estados Unidos se desvinculará del pacto el 4 de noviembre de 2020.
“El presidente está dispuesto a volver a implicarse en el Acuerdo de París si Estados Unidos puede identificar términos que sean más favorables para el país, sus negocios, sus trabajadores, su pueblo y sus contribuyentes”, indicó hoy el Departamento de Estado.
Pese a esa oferta de Trump, Alemania, Francia e Italia ya cerraron en junio la puerta a una eventual renegociación del acuerdo, y todo apunta a que el pacto firmado en París seguirá adelante sin la participación de Estados Unidos.
Trump aseguró al hacer su anuncio que detendría “todas las implementaciones” de sus compromisos climáticos en el marco de París, que incluían la meta propuesta por el expresidente Barack Obama de reducir para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 % respecto a los niveles de 2005.
Aún así, el Departamento de Estado defendió hoy que Estados Unidos “apoya un enfoque equilibrado en su política climática, que rebaje las emisiones al tiempo que promueva el crecimiento económico y garantice la seguridad energética”.
“Seguiremos reduciendo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero mediante avances tecnológicos y de innovación, y trabajaremos con otros países para ayudarles a acceder a combustibles fósiles y usarlos de manera más limpia y eficaz, y desplegar fuentes de energía renovables”, señala el comunicado.
Estados Unidos seguirá participando en negociaciones y reuniones internacionales sobre cambio climático, incluida la cumbre del clima que se celebrará en noviembre en la ciudad alemana de Bonn, para “proteger los intereses estadounidenses y asegurar que la Administración tiene abiertas todas las opciones posibles en el futuro” para su política sobre el clima.
“Esa participación incluirá las negociaciones en curso relacionadas con las formas de implementación del Acuerdo de París”, precisó el Departamento de Estado.