Hecmilio Galván, economista vinculado a la producción nacional sugirió al Presidente Danilo Medina, que para resolver los conflictos que se han suscitado sobre los embutidos, en particular el salami, y para mejorar la calidad de los alimentos procesados en el país, disponga la creación de una institución que concentre las funciones de regulación de la industria alimentaria como sucede con la FDA de Estados Unidos y otros países cercanos.
Según el especialista, las funciones de fiscalización, regulación y control sobre la calidad de los productos alimentarios en República Dominicana se encuentran difusas y dispersas entre el Ministerio de Salud Pública, la Dirección General de Normas y Sistemas (DIGENOR), el Ministerio de Agricultura PRO-CONSUMIDOR, y múltiples instituciones sectoriales, por lo que sugirió que sean centralizadas en una sola institución.
“La dispersión y la difusión son un buen caldo de cultivo para la negligencia y la inoperancia. No se trata de más burocracia, sino organizar la burocracia” indicó el economista.
Galván explicó también que esos organismos estatales tienen problemas para ponerse de acuerdo y funcionan con dinámicas e intereses muy distintos, lo que impide que cumplan su función, colocando a los consumidores en indefensión
El economista también dijo que el país dispone de poco o casi ningún recurso para fiscalizar y regular, razón por la cual las normas rara vez se cumplen.
“Cada vez más los países necesitan perfeccionar su industria alimentaria para mejorar su calidad y reducir sus riesgos al país, por lo que el Estado dominicano debe priorizar esta área” afirmó.
Según el experto el instituto debe contener un Consejo Directivo mixto donde participen con voz y voto representantes de los productores agropecuarios (materias primas), de los procesadores, del Gobierno, Pro-consumidor, entidades académicas como la UASD y el Colegio Medico, para así garantizar el equilibrio de los intereses.