El enfermo de ébola procedente de Liberia ingresado hoy en el hospital Sankt Georg de la ciudad alemana de Leipzig se encuentra en estado “extremadamente crítico”, aunque estable, informó el director del equipo médico, Thomas Grünewald.
El paciente, un trabajador sudanés de las Naciones Unidas de 56 años, aterrizó por la mañana en un avión especial habilitado para trasladar a personas con enfermedades contagiosas en el aeropuerto de Leipzig, en el estado federado de Sajonia, en el este del país. De ahí fue trasladado en un ambulancia y escoltado por la policía hasta el hospital.
Los médicos encargados de tratar al tercer paciente de ébola en suelo alemán lo hacen en medio de fuertes medidas de seguridad. “El estado es extremadamente crítico, aunque si bien es estable”, informó Grünewald.
“Los síntomas de la enfermedad se manifestaron hace una semana”, agregó sobre el nuevo paciente que será tratado en Alemania y que se encuentra recluido en la estación especial de aislamiento del hospital.
“Los equipos, compuestos cada uno por un médico y un auxiliar, tratarán las 24 horas del día al hombre ataviados con trajes de protección”, informó el hospital. “No existe peligro alguno de contagio para otros pacientes o visitantes”, aclaró.
Desde la Oficina de Sanidad en Leipzig también intentaron tranquilizar a la opinión pública asegurando que como bien indica su nombre, “ningún virus o bacteria” puede salir de esa estación de aislamiento.
El elevado coste del tratamiento en Alemania del paciente, que aún no se encuentra en la fase más complicada de la enfermedad, será asumido por las Naciones Unidas.
Alemania ha recibido a otros dos pacientes de ébola. Un hombre procedente de Senegal ingresado en un hospital de Hamburgo recibió el alta hace unos días después de cinco semanas de tratamiento, mientras otro enfermo procedente de Uganda está siendo tratado en Fráncfort.
El hospital de Leipzig es uno de los siete centros clínicos en Alemania que cuenta con una unidad de aislamiento para enfermedades altamente contagiosas.