El presidente filipino, Rodrigo Duterte, pidió este lunes al congreso extender hasta finales del 2018 la ley marcial que rige en el sur del país contra las rebeliones islamista y comunista.
En una carta enviada a los legisladores, que fue publicada por la presidencia, Duterte argumentó que la prolongación de la ley marcial en el tercio sur del territorio es necesaria para contener la ofensiva de yihadistas partidarios del grupo Estado Islámico (EI) y también para combatir la creciente amenaza de guerrillas comunistas.
Para sus detractores, se trata de un nuevo paso en la deriva autoritaria del presidente.
“Pido al Congreso de Filipinas que extienda la proclamación de la ley marcial y la suspensión del privilegio del decreto de ‘habeas corpus’ en toda la isla de Mindanao por un periodo de un año a contar del 1 de enero de 2018”, dijo el presidente en la carta.
El mandatario, de 72 años, impuso en mayo la ley marcial en Mindanao, una isla de 20 millones de personas, para responder a una ofensiva de los yihadistas contra la ciudad de Marawi.
Cientos de hombres armados arrasaron la ciudad, principal ciudad musulmana en un país católico, en una ofensiva que, según las autoridades, pretendía crear un califato del EI en el sudeste asiático.
La operación para reconquistar la zona, que contó con la ayuda de Estados Unidos, se prolongó durante más de cinco meses y costó la vida a más de 1.100 personas.