Donald Trump insistió el miércoles en que empezará rápidamente la construcción de un muro en la frontera con México porque no quiere esperar a negociar su financiación con el gobierno del país vecino.
Durante una rueda de prensa en Nueva York el presidente electo afirmó que México reembolsará a Estados Unidos por la obra.
“Podría esperar un año y medio hasta que terminemos nuestras negociaciones con México, las cuales empezarán de forma inmediata tras llegar a la Casa Blanca; pero no quiero esperar”, señaló Trump.
“México, de alguna forma, nos reembolsará por el coste del muro. Eso ocurrirá, sea a través de un impuesto o un pago. Es menos probable que sea un pago, pero ocurrirá”, agregó.
Temas centrales de campaña
La propuesta de construir un muro para frenar la inmigración ilegal que llega a Estados Unidos fue uno de los temas centrales de la campaña electoral de Trump, quien también se mostró a favor de deportar a muchos de los inmigrantes no autorizados que viven en el país.
El magnate destacó que el futuro vicepresidente, Mike Pence, dirige los esfuerzos para lograr a través de varias agencias y el Congreso la aprobación de la construcción.
Durante la rueda de prensa Trump sostuvo que respeta al gobierno de México, al que describió como muy amable, y a los mexicanos.
“Tengo a mucha gente que proviene de México trabajando para mí. Son fenomenales”, dijo.
Peña Nieto reacciona
En México, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que “no aceptarán nada que esté en contra de su dignidad como país y como mexicanos”.
En una reunión con embajadores y cónsules del país, el mandatario dijo que “no son negociables principios básicos como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales”, y afirmó que México no va a pagar por el muro en la frontera que propone Donald Trump.
Peña Nieto señaló que su gobierno va a trabajar para tener una buena relación con Estados Unidos y su presidente, “una relación que sea buena para México y para los mexicanos”, añadió.
Puntualizó que el nuevo gobierno estadonidense supone un reto, pero explicó que habrá una negociación abierta y completa porque todos los temas que definen la relación bilateral están sobre la mesa: Seguridad, migración y comercio.
México pide a Estados Unidos asumir el compromiso de trabajar en forma responsable para evitar el tráfico de armas de Estados Unidos a México y frenar el dinero de procedencia ilícita que reciben organizaciones criminales en el país.
Desea también que las repatriaciones de indocumentados se realicen en forma coordinada y ordenada, con trato humanitario y respeto a los derechos de los migrantes mexicanos.
Y, quiere mantener el libre flujo de remesas de mexicanos en Estados Unidos, un importante rubro de ingresos para la nación, que solo en noviembre del año pasado recibió más de 24.000 millones de dólares.
of-am