Cientos de dominicanos residentes en Panamá demostraron que su música viaja con ellos a todo lugar donde vivan y abarrotaron la Iglesia Las Piedras, y a ritmo de merengue y bachata alabaron a la virgen de La Altagracia en su día.
A la actividad, en la que la tambora, la güira y los bongos, asistió el embajador César Medina, quien dijo que le producía una gran satisfacción arribar al país centroamericano, e integrarse a la comunidad criolla con actividades como la del pasado martes 21 de enero.
Dijo que pudo palpar la gran devoción, el respeto y la participación de la colonia dominicana en la eucaristía con motivo del Día de la Virgen de la Altagracia. Igualmente, Medina hizo énfasis en sus palabras en que la dotación diplomática es la casa de toda la comunidad, poniéndose a las órdenes de la diáspora dominicana residente en Panamá.
La misa en honor a la protectora del pueblo dominicano fue oficiada por el sacerdote oriundo de Salcedo, Jovanny Marcelo Pantaleón, quien resaltó los derechos y deberes de cada dominicano en ese país ístmico, y exhortando a la feligresía dominicana a mantener siempre la convicción de lograr metas y propósitos en base al trabajo.
Un lienzo con la efigie de la Virgen de la Altagracia adornaba el centro del templo católico panameño, el cual fue aprovechado por los asistentes al acto religioso para tomarse fotos y depositar flores.