NUEVA YORK._ El presunto capo dominicano Geovanny Manuel Rodríguez Pérez (El Monstruo), acusado en la Corte Federal del Distrito Sur, de haber ordenado 20 asesinatos contra competidores, rival y testigos en su contra, algunos de los cuales mandó a ejecutar desde la cárcel, podría enfrentar la pena de muerte.
Los fiscales federales, calificaron al presunto capo criollo, como uno de los asesinos más “fríos” de las últimas décadas, durante una vista en la corte en la que añadieron otros 48 cargos criminales al expediente de 119 páginas.
La jueza Laura T. Swain, dio hasta el 15 de junio a los abogados Peter Enrique Quijano y Richard Ware, defensores de Rodríguez Pérez para que presenten sus mociones.
En la vista, estuvo presente la dominicana Claverys Molina, viuda de Wilfredo Molina, una de las supuestas víctimas de Rodríguez Pérez y asesinado en New Jersey.
La mujer, no podía contener las lágrimas y la ansiedad al tener cara a cara al asesino del padre de su hija.
La esposa y el hijo del acusado, también estuvieron en la audiencia y le gritaron el nombre para que supieran que estaban en la sala judicial. Rodríguez Pérez, se volteó lentamente, les tiró un beso y Molina comenzó a llorar desconsoladamente.
Los fiscales adjuntos, Andrew Caldwell Adams y Enil Joseph Boven, dijeron a la jueza que los nuevos 48 cargos, se le suman al dominicano a los ya presentados desde el 2012, cuando fue acusado junto a otros siete cómplices, incluido un hermano.
Cinco de esos acusados, han hecho acuerdos con la fiscalía para incriminar a Rodríguez Pérez.
El expediente dice que el dominicano, dirigía una poderosa banda de narcotráfico que desde 1996, transportaba marihuana desde La Florida a Nueva York y también invertía sus ganancias ilícitas en propiedades de bienes raíces en Miami y la República Dominicana.
La corte ordenó la incautación de los bienes del acusado, valorados en $25 millones de dólares, joyas y dinero en efectivo que fueron decomisados en la investigación.
La acusación sostiene que la banda dirigida por Rodríguez Pérez, asesinó a 20 víctimas, entre las que están rivales del narcotráfico, competidores y miembros de otras organizaciones criminales, las que el acusado, creía que le robaban drogas, dinero y armas o eran informantes de las autoridades.
