La Justicia belga decidió dejar en libertad al expresidente catalán Carles Puigdemont y a los exministros Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret, con sólo medidas cautelares. Estas son la obligación de quedarse en Bélgica, y el compromiso de comparecer ante el juzgado cuando se les pida. No se ha incluido ninguna medida de comparecencia periódica ni tampoco ninguna prohibición de hablar a los medios de comunicación.
Los miembros del gobierno se habían presentado a las 9:15 de la mañana a la policía belga, en una acción concertada con la Justicia, y han pasado a la Fiscalía de Bruselas. Han escogido que el procedimiento fuera en neerlandés, por consejo de los abogados, y en consecuencia la primera decisión ha ido a cargo de un juez flamenco.
Los miembros del Govern respondieron a las preguntas del magistrado de forma individual durante cinco horas y 40 minutos, en intervenciones que se han realizado con traducción simultánea. La decisión inicial de la Justicia belga, que ha recibido una orden de detención europea impulsada por España, contrasta con la decisión de la AudËncia Nacional española, que envió a prisión preventiva a otros funcionarios catalanes.