El Presupuesto General del Estado 2013 aprobado el lunes en el senado de la República, es balanceado, como tiene que ser, en términos de las metas que se plantea”, dice el director de Presupuesto, Luís Reyes, quien considera que las partidas asignadas a las instituciones, con la anuencia de las autoridades, cumple en términos generales con los objetivos planteados en el programa de gobierno presentado por el PLD en la pasada campaña electoral en el cual se recogen los compromisos asumidos por el presidente de la República.
“La asignación no la hace la Dirección General de Presupuesto, esta acción, para mí, el acto político más puro, es responsabilidad de la parte política del gobierno, a quien el pueblo le ha otorgado la responsabilidad de administrar los recursos”, aclaró el funcionario.
Reyes fue entrevistado en el programa Matinal 15 y reseñado por la Secretaría de Comunicaciones del Partido de la Liberación Dominicana.
El economista consideró que el Presupuesto General del Estado tiene que ser balanceado y que esa institución lo que hace es cuadrar los números, pero que la decisión del gasto obedece a un criterio político.
A su juicio, Reyes entiende que el gobierno tiene que manejar el presupuesto de acuerdo a las circunstancias, puesto que hay momentos en que tiene que reducir el gasto o la velocidad con que se desmonta el exceso y en otro compensar la caída.
En cuanto a las críticas de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), de que el gobierno debió recortar el gasto y llevarlo al nivel del 2011, sostiene que no comparte la idea de que el gobierno maneje el presupuesto del 2013 de manera balanceada y un décifit en cero porque las consecuencias en términos sociales y económicos podrían ser mayor.
El Senado declaró de urgencia y aprobó en dos lecturas consecutivas el proyecto de Presupuesto General del Estado para 2013, con varias modificaciones enviadas por el Poder Ejecutivo. La Cámara de Diputados ha sido convocada para este martes para conocer el proyecto también de urgencia, lo que indica que sería aprobado por los legisladores de todos partidos sin modificaciones.