Acorralada por un enésimo escándalo de corrupción en el Partido Popular (PP), Esperanza Aguirre, figura histórica de la derecha española, abandonó este lunes los últimos cargos que ocupaba en el Ayuntamiento de Madrid.
Aguirre, un “animal político” de 65 años de edad que sobrevivió a un cáncer, un atentado en India y un accidente de helicóptero, anunció su decisión tras el varapalo que le ha supuesto el encarcelamiento de Ignacio González, su mano derecha mientras presidió la región de Madrid de 2003 a 2012 y sucesor suyo en este cargo.
“Me siento engañada y traicionada”, declaró este lunes. “No vigilé todo lo que debía. Por eso dimito del cargo político que ostento, concejal del ayuntamiento de Madrid, y portavoz del Grupo municipal Popular” en la alcaldía, controlada por la plataforma de izquierda Ahora Madrid.
“La corrupción se ha convertido en un problema central de la política española”, apostilló en su comparecencia ante la prensa.
González, vicepresidente regional madrileño en la época de Aguirre, está en prisión desde el pasado viernes acusado de haber desviado fondos de dos empresas públicas, una de gestión de agua (Canal Isabel II) y otra de servicios informáticos.