El Juzgado de Atención Permanente de la Provincia de Santo Domingo dictó ayer un año de prisión preventiva en contra de un de un presunto violador en serie, acusado haber abusado sexualmente de nueve niñas de entre 13 y 14 años, tras presentarse en sus respectivas residencias haciéndose pasar por mensajero.
El tribunal envió al imputado Daniel Mendoza Belén (El Mensajero), a la cárcel de La Victoria, durante ese período hasta tanto el Ministerio Público concluya con las investigaciones correspondientes.
El tribunal tomó la decisión tras acoger una solicitud de medida de coerción en contra del imputado por la Fiscalía de esa jurisdicción, que alega que el imputado se hacía pasar por mensajero acudía a las residencias y con diferentes excusas convencía a menores de edad de acompañarlo y bajo amenazas abusaba sexualmente de ellas.
Al imputado se le acusa de violar los artículos 330, 331 y 333 del Código Penal Dominicano y el artículo 396 de la ley 136-03, que instituye el código para el sistema de protección y los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
El imputado al momento de su apresamiento en el sector Los Guaricanos, del municipio Santo Domingo Norte, transitaba en una motocicleta marca Z3000 CG150, color verde sin placa, la cual le fue ocupada.
La investigación fue iniciada luego de que el Ministerio Público recibiera las denuncias de los padres, de manera individual, en la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género, Sexual e Intrafamiliar.
La fiscal titular Olga Dina dijo que el Ministerio Público le brinda la asistencia psicología que requieren las menores.
Conforme con la solicitud de medida de coerción el imputado acudió a las residencias de las menores en distintos días, entre el cinco de agosto y el 12 de septiembre.
Aduce que repetía el mismo patrón, se hacía pasar por mensajero fingía una conversación telefónica con el padre de la menor en cuestión y al salir de la vivienda las amenazaba y trasladaba a lugares apartados.
Según el Ministerio Público las menores abusadas tienen edades entre 12 y 14 años, todas residentes en Santo Domingo Este, las que se resistieron a la violación fueron golpeadas salvajemente y abandonas bajo amenazas de muerte.