SANTIAGO.-Este uno de mayo, Día del Trabajo o del Trabajador, a celebrarse este lunes, encuentra a la mayoría de los trabajadores dominicanos sumidos en una miseria espantosa y en medio de una indefinición de un reajuste salarial.
Tras varias reuniones del Comité Nacional de Salarios, a nombre del Ministerio de Trabajo y el sector sindical, en representación de los trabajadores y los empresarios, en las que no pudieron ponerse de acuerdo, las dos primeras, acordaron un reajuste salarial, que fue impugnado por los empleadores.
La clase trabajadora en el país siempre ha estado sometida a una desventajosa situación económica, debido a que los salarios que ganan la mayoría de los empleados, no se corresponde con los niveles de inflación, quedando cada mes sobregirado del sueldo que devengan.
Esto, los mantiene sumergidos en una cultura de préstamos permanentes para cubrir las necesidades mínimas, de techo, alimentación, estudios, medicinas y recreación, lo que se ha convertido en una deuda permanente.
Casi siempre cuando se aplican los reajustes salariales, que de acuerdo a la ley deben realizarse cada dos años, el monto aprobado queda por debajo de la realidad del trabajador, lo que le coloca en un callejón sin salida.
En esta coyuntura los empresarios han sustentado la impugnación del aumento en la solicitud de la reclasificación de las empresas para que el reajuste se aplique de acuerdo al capital de las empresas, lo que fue aceptado por las autoridades, en tanto los trabajadores están a la espera de un desenlace.
No han entendido los dueños de las empresas que los trabajadores son los responsables de producir las riquezas y desconocen que esos recursos deben ser retribuidos en procura de mejorar la calidad de vida de esos promotores de beneficios.