La Policía paquistaní ha detenido a un presunto islamista de 17 años acusado de matar a tiros al director de su escuela, al que acusó de blasfemia porque le reprochó faltar a clase para unirse a las protestas islamistas que bloquearon Islamabad en noviembre, informó hoy a Efe una fuente oficial.
Asfand Yar, un oficial de la Policía de la ciudad de Shabqadar, en el norte de Pakistán, donde tuvo lugar el suceso, indicó que el estudiante, Faheem Ashraf, disparó seis veces al director, que falleció después de ser trasladado a un hospital.
Según Yar, Ashraf juzgó que el director había cometido una blasfemia cuando éste “mostró su descontento” con su participación en una protesta el pasado noviembre durante la que los islamistas bloquearon durante tres semanas una de las entradas a Islamabad en demanda de la dimisión del ministro paquistaní de Justicia, Zahid Hamid.
El Gobierno paquistaní cedió ante los manifestantes y aceptó la dimisión de Hamid y otras demandas a cambio del fin de una protesta que se saldó con seis muertos y cientos de heridos.
La ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) condenó hoy en un comunicado el “alarmante incidente” y lamentó que “no sea necesario” probar una acusación de blasfemia antes de “provocar un asesinato”.
“Este asesinato es otro recuerdo vergonzoso de cómo todavía se puede manipular con facilidad las leyes existentes sobre la blasfemia para vengar agravios personales”, denunció.
La blasfemia es un asunto muy sensible en ese país, donde está considerada delito e incluso puede ser castigada con pena de muerte, aunque nunca se ha ejecutado a nadie por ello.
En los últimos años se han producido varios casos de linchamientos por parte de turbas por ese motivo.