Un buque de guerra estadounidense navegó hoy en aguas del estrecho de Taiwán tras las últimas maniobras del Ejército chino en las inmediaciones de la isla, cuya soberanía reclama Pekín desde hace décadas.
Según el diario hongkonés ‘South China Morning Post’, el destructor USS ‘McCampbell’ efectuó este jueves el sexto paso de un navío de la Armada estadounidense en esa zona, en lo que las autoridades taiwanesas calificaron de ‘misión rutinaria’.
Sin embargo, analistas militares recuerdan que esta acción no solo se produce después de que China parezca haber intensificado sus maniobras castrenses en la zona, sino que también subrayan que dentro de una semana se producirá la toma de posesión de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, que revalidó su mandato en las elecciones del pasado mes de enero.
Pekín considera a Taiwán -apoyado extraoficialmente por Estados Unidos- una provincia rebelde, ya que allí fue adonde huyeron de los comunistas los nacionalistas chinos que perdieron la guerra civil y continuaron con su régimen en la isla, que tras unas décadas de dictadura militar acabó convirtiéndose en una democracia.
En los últimos meses, el Ejército chino ha incrementado su actividad en las aguas del estrecho con un mayor paso de aviones y buques militares en la zona, en respuesta a lo que considera una postura cada vez más independentista por parte de Tsai y de su Gobierno.
Asimismo, China ha exigido a Washington que no provea armamento a la isla, cuya ‘reunificación’ con la República Popular es un viejo anhelo, para el que el líder chino, Xi Jinping, no ha descartado el uso de la fuerza.
El Ejército de Liberación Popular (ELP) chino ha dado comienzo a once semanas de ejercicios navales y ha prohibido a cualquier otra nave que se acerque a un radio de menos de 25 kilómetros de la zona de las maniobras.
Según expertos citados por la propaganda china, este tipo de ejercicios se han convertido en regulares y ‘son ya una parte de las preparaciones para un potencial conflicto militar con la isla de Taiwán’.
‘Los ejercicios tienen que hacer ver a los secesionistas de Taiwán que el apoyo de fuerzas extranjeras es inútil y también hacer entender a esas fuerzas extranjeras que el ELP tiene la capacidad y la determinación de resolver la cuestión de Taiwán’, declaró al diario oficial ‘Global Times’ el comentarista militar Song Zhongping.
La pandemia del coronavirus podría ensanchar aún más la brecha entre China y Taiwán, de la que ya se esperaba que empeorase durante el segundo mandato de Tsai, según Alexander Huang Chieh-cheng, profesor de Estudios Estratégicos y Relaciones Internacionales de la Universidad Tamkang de Taipéi.
Este académico cita factores como las prohibiciones de viaje impuestas por Taipéi a los viajeros procedentes de China y la creciente campaña internacional que elogia la eficiencia de la isla a la hora de contener la COVID-19 y pide que se restaure el estatus de Taiwán como observador en la Organización Mundial de la Salud.
La tensión regional se ha visto también recrudecida después de que EEUU aprobase la conocida como Acta TAIPEI, que le permite reducir o poner fin a las relaciones económicas y diplomáticas con países que lleven a cabo actos contra Taiwán y que sienta las bases para ayudar a Taiwán a conseguir formar parte de las organizaciones internacionales.
A este respecto, el Gobierno chino declaró que ninguna fuerza podrá detener la ‘reunificación nacional’ del país asiático.