PUERTO PLATA (1 de 3).- Cuando nos encontramos casi a un año de que en horas de la mañana del pasado 17 de octubre del 2012, se produjo un presunto enfrentamiento a tiros en una vivienda del residencial La Mulata III en el municipio turístico de Sosúa, todavía este incidente no ha sido esclarecido del todo por las autoridades.
Durante “el enfrentamiento” entre agentes y oficiales de la Policía Nacional con los integrantes de una supuesta secta apocalíptica, el cual según los relatos se prolongó por más de una hora cayó abatido el nacional alemán Peter Ebert Demetrick y tres agentes policiales resultaron heridos.
Este hecho acontecido en el municipio turístico de Sosúa, ubicado a 225 kilómetros al norte de la capital dominicana, desde el principio ha estado plagado de versiones difusas y falaces que tratan de establecer la responsabilidad a un grupo de extranjeros de supuestamente poseer un arsenal de armas de guerra, vehículos blindados, traficar con órganos humanos y hasta de tener un polígono de tiros allí.
Desde el principio, las informaciones que aparecieron en los principales periódicos y medios de comunicación del país, daban cuenta que el supuesto enfrentamiento a tiros se produjo cuando miembros de la Policía Nacional procedían a realizar un allanamiento en la residencia propiedad del empresario alemán Peter Brunck quien fue sindicado en ese momento por las autoridades como el líder una peligrosa secta religiosa con ramificaciones en varios países de Europa.
En una información reseñada en portada por el periódico Listín Diario, fechada el día 18 de octubre del 2012 explicaba que en torno al incidente, el entonces Jefe de la Policía Nacional; mayor general José Armando Polanco Gómez dijo que “por la prudencia de los agentes policiales y del fiscal actuante en el caso, no se registraron decenas de muertes en el lugar”.
Mientras, que ese mismo día un cable noticioso de la agencia AP fechado en Santo Domingo indicaba que “la Procuraduría dominicana investiga el origen y uso de varias armas de grueso calibre confiscadas en la casa del líder de una secta apocalíptica alemana después de que él, otro hombre y una mujer se enfrentaron a tiros con agentes policiales”.
Al caso se le dio carácter de fabuloso, cuando el Procurador General de la República; Francisco Domínguez Brito el en compañía del jerarca policial Polanco Gómez viajó en helicóptero al lugar del incidente y al ser cuestionado por los reporteros expresó que “allí había muchas armas, hay cosas que son delicadas y se sospechaba que el ciudadano alemán Peter Brunck y otras dos personas se enfrentaron en un tiroteo con agentes policiales en un exclusivo complejo residencial de Sosúa”.
Asimismo, el periódico El Día reseñó que Peter Brunck, era el aparente líder de la secta llamada “ The Academy for the Future of Health” (Academia para un futuro saludable) y se identifica con las siglas AFFH, hasta el punto que tenía dominio y control mental sobre sus seguidores que era comparado al que ejercía David Koresh sobre sus adeptos y que en 1993, pasaron del anonimato total a ser el centro de atención mundial cuando el FBI intentó penetrar a su rancho conocido como “Monte Carmelo” y enfrentaron a tiros a las autoridades, y al sentirse acorralados incendiaron las instalaciones con todos ellos adentro en una tragedia ocurrida en la ciudad de Waco, Texas.
Según las informaciones de citado periódico, la supuesta secta había construido una fortificación que permitiera a sus miembros albergarse cuando ocurriera un supuesto cataclismo que ellos estaban esperando para diciembre de 2012, siguiendo las predicciones mayas y se preparaban militarmente para defender su recinto cuando se produjera el caos esperado.
Las noticias de ese momento afirmaron que el grupo tenia una mezcla de creencias que incluye budismo, cultura maya, Sai Baba, cristianismo y la existencia de extraterrestres, información que según ellos es ocultada por las grandes potencias mundiales y los medios de comunicación hasta el extremo de que todos los miembros de la secta vivían aislados en esa fortificación, compuesta por unas 20 viviendas de lujo en Sosúa, Puerto Plata y no permitían personas ajenas a la organización y llegaron a repeler varias veces a autoridades policiales y militares.
A raíz del acontecimiento, los agentes policiales comandados por los coroneles Raymundo Ogando de la Rosa y Roberto Salcedo Santos tras ultimar al alemán Peter Ebert Demetrick, procedieron a arrestar a su esposa de nacionalidad rusa, Solvey Isabella Dietrich Bosen y al empresario alemán Peter Brunck propietario de la vivienda donde sucedieron los hechos.
De igual manera, el juez José Juan Jiménez de la Oficina de atención permanente de Puerto Plata dictó el día 18 un año de prisión preventiva para Brunck, mientras que la mujer quien al momento del tiroteo presuntamente tenia un chaleco anti balas luego de ser interrogada por la Fiscalía también se le impuso una medida cautelar.
El procurador Domínguez Brito al ser cuestionado rechazó revelar las hipótesis que manejaron las autoridades sobre el uso que Brunck y sus compañeros le daban a las armas de diversos calibres, incluidos fusiles M-16, granadas, 7 chalecos antibalas y un vehículo blindado, mientras que un equipo de la Policía, acompañado por perros entrenados, hurgaban la vivienda ubicada en una colina dentro del perímetro del complejo residencial La Mulata III, buscado más armas u otros objetos ilícitos.
Algo raro
Pero, el Ministerio de Interior y Policía, organismo del Estado Dominicano que aprueba y emite los permisos de porte de armas de fuego, dijo desconocer que en la residencia del alemán Brunck había un polígono de tiro ni mucho menos ofreció detalles sobre el hallazgo de los 6 fusiles de asalto M-16, un fusil SIG 552 Comando con mira telescópica, 5 escopetas, un rifle Winchester y 3 pistolas con luz infrarroja, entre otras armas de fuego.
Además de varias ballestas tipo arco, trajes camuflados, 7 chalecos antibalas, un vehículo blindado marca GMC modelo Yukón XL de color blanco, placa G 270397, una ambulancia y sofisticados equipos de comunicación.
En este hecho donde murió acribillado el alemán Peter Ebert Demetrick, resultaron heridos el segundo teniente Alejandro Toribio Minaya, el cabo Junior Zapata Zapata y el raso José Ramírez Céspedes, todos pertenecientes a la Dirección Adjunta de Investigaciones Criminales que en ese momento era dirigida por el coronel Roberto Salcedo Santos.