WASHINGTON. El secretario de Justicia y fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, prometió este martes tomar de forma rápida una decisión sobre el nombramiento de un fiscal especial para investigar a la excandidata demócrata, Hillary Clinton, algo que ha exigido repetidamente el mandatario Donald Trump.
“Tenemos la intención de hacer nuestro trabajo tal y como establecen los principios del Departamento de Justicia (…) sin influencias políticas, de forma correcta y apropiada”, afirmó ante la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes.
Las declaraciones de Sessions indican que el Partido Republicano trata de organizar una contraofensiva a la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las presidenciales estadounidenses y la supuesta colusión entre el equipo de campaña de Trump y Moscú.
Los demócratas advirtieron del riesgo de que el Departamento de Justicia se politice si el fiscal general abre una investigación contra Clinton, además de denunciar que es una maniobra para desviar la atención sobre el caso ruso, que no deja de salpicar al mandatario.
El Departamento de Justicia dio a conocer la noche del lunes que está valorando abrir una investigación sobre el uso que hizo Clinton de un servidor de correo electrónico siendo secretaria de Estado, aunque el año pasado se decidió no iniciar pesquisas.
Además, notificó por carta al presidente de la Comisión de Justicia, Robert Goodlatte, hacer lo mismo sobre la fundación del expresidente Bill Clinton y sus vínculos con compañías involucradas en la venta de uranio estadounidense a una empresa estatal rusa.
En su comparecencia ante la comisión, Sessions prometió actuar de forma rápida e independiente, incluida la decisión de nombrar un fiscal especial.
“¿Tengo su palabra de que estos temas serán tratados de forma justa y rápida?”, preguntó Goodlatte.
“Sí, puede (…) y puede estar seguro de que lo haremos sin influencias políticas y de forma correcta y apropiada”, respondió el fiscal general.
Pero el testimonio de Sessions despertó las alarmas de que Trump –que prometió que su fiscal general nombraría un fiscal especial para investigar a Clinton si ganaba las presidenciales– esté presionando en esa dirección.
Desde que llegó a la Casa Blanca, ha exigido una y otra vez que las autoridades judiciales tomen acciones contra su rival.
“Todo el mundo se pregunta por qué el Departamento de Justicia (y el FBI) no está investigando las actuaciones deshonestas de Clinton y los demócratas”, tuiteó el 3 de noviembre.
“En algún momento el Departamento de Justicia y el FBI deberán hacer lo que es correcto y adecuado”, precisó.
Pero Sessions negó airadamente hacer lo que Trump le pide.
El Partido Demócrata apuntó que nombrar a alguien sería señal de una politización inaceptable en el sistema de justicia del partido.
“Si cede a la presión del presidente Trump y sus aliados, y nombra a un fiscal especial para investigar a la rival de Trump, puede ser el final del Departamento de Justicia como institución independiente”, escribió en Twitter el legislador Adam Schiff.
“¡Cuándo todo va mal, qué hacen los republicanos? Investigar a Hillary!”, tuiteó el senador Sheldon Whitehouse.
Sobre el caso ruso, Sessions negó haber mentido en su última declaración ante el Congreso, cuando afirmó no tener conocimiento sobre contactos entre el equipo de Trump y Moscú.
Pero dijo haber olvidado mencionar que en marzo de 2016 participó en una reunión entre el magnate inmobiliario y sus asesores en política exterior.
Entre ellos estaba George Papadopoulos, que hace unas semanas se declaró culpable de haber mentido al FBI sobre sus múltiples contactos con fuentes rusas.
“Ahora recuerdo la reunión de marzo de 2016 en el hotel Trump en la que Papadopoulos estuvo, pero no tengo claros los detalles de lo que dijo”, testificó Sessiones.
El titular de Justicia insistió en que no cambió su historia desde su primera comparecencia. “No aceptaré y rechazaré las acusaciones de que he mentido bajo juramento. Eso es una mentira”.
Sessions tuvo de todas formas que recusarse hace meses de la investigación sobre el caso ruso por no haber explicado que mantuvo contactos con el embajador ruso en Estados Unidos.