Residentes en varios sectores de este municipio deploraron las condiciones en que se encuentran la mayoría de los registros del sistema cloacal, los cuales han hecho erupción espaciando aguas residuales y excremento humano por todos lados.
“Ya no aguantamos el hedor, nos estamos enfermando con esa podredumbre que sale de esa cloaca”, gritó Juliana Guerrero, residente en el sector Pueblo Arriba, próximo a la esquina formada por las calles Respaldo Enriquillo y Juan Mejía, donde hay un registro que mana aguas residuales las 24 horas del día. Los lugareños aseguran que han ido en reiteradas ocasiones al Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), y “han venido y le hacen un parche, pero al cabo de pocos días vuelve el problema con mayor fuerza”.
Piden a las autoridades del INAPA realizar un trabajo definitivo, a fin de evitar que personas como niños y envejecientes sigan enfermando a causa de ese problema. Añadieron que esa situación se repite en otros puntos de la ciudad como en las intersecciones de las calles Luis Arturo Rojas con Puerta Plata, Padre Silla con prolongación Sánchez, entre otras. También se mostraron alarmados por el robo de las tapas de metal, quedando los registros abiertos. En días pasados un niño de apenas siete años se fracturó una pierna, al caer en un hoyo cloacal, cuando regresaba de la escuela, específicamente frente al Centro de Corrección y Rehabilitación de Monte Plata.