Un total de 138 agentes de la Policía Nacional han sido asesinados desde el 2015 hasta la fecha, siendo el principal motivo ser despojados del arma de reglamento.
El 2015 terminó con 53 asesinatos de agentes policiales, cantidad que se redujo a 42 homicidios contra policías en el 2016, mientras que en lo que va de este 2017 un total de 43 miembros del cuerpo del orden público han perdido la vida a manos de delincuentes.
El último asesinato de un policía ocurrió el pasado lunes en San Francisco de Macorís. El agente miembro de la Unidad Lince del cuerpo del orden, identificado como José Ariel Tirado Pérez, de 25 años, resultó muerto en un confuso incidente cuando buscaba a un supuesto delincuente en la citada localidad.
Los agentes policiales que ostentan el rango de raso han sido los que más han perdido la vida en los últimos tres años, con un total de 63, siendo el 2016 el año en el que más muertes de rasos hubo, con 24.
Seguido de los rasos, los agentes que ostentan el rango de cabos y sargentos siguen la lista con la mayor cantidad de muertes. En los últimos tres años 19 cabos fueron asesinados y 17 sargentos.
Los policías que tienen el rango de teniente coronel y mayor han sido los que menos han perdido la vida en los últimos tres años a manos de delincuentes, con un total de uno y dos, respectivamente.
Asesinatos de agentes
El pasado 29 de octubre de este año, un raso de la Policía Nacional fue asesinado en la comunidad Monte Adentro, de Santiago.
La institución del orden identificó a la víctima como el raso Randy Orlando Cabrera Arias, quien falleció a causa de una herida de bala en el costado izquierdo con salida en el derecho.
Un día después, el agente Paul Encarnación Mejía fue asesinado junto a su hijo de dos años alrededor de las 8:10 de la noche en el sector Ponce Adentro, en Los Guarícanos, cuando el raso policial estaba sentado frente a su vivienda con el niño en los brazos.
Dijeron que los dos hombres escaparon del lugar en la motocicleta luego de disparar repetidas veces contra el agente, quien logró sacar su arma de reglamento y disparar, pero no tuvo éxito.
El 15 de marzo de 2015, un cabo de la Policía y un tío que lo acompañaba resultaron muertos cuando regresaban a su casa en el sector Los Trinitarios II, de Invivienda, municipio Santo Domingo Este, por dos hombres, quienes cargaron con su arma de reglamento.
El cabo Darwin Marino Ramos Reyes, de 21 años, murió a consecuencia de múltiples heridas de bala, ocasionadas por desconocidos que tras despojarlo de una pistola huyeron a bordo de una motocicleta.
En la agresión también resultó muerto el señor Aquino Aderlyn Reyes, de 35 años, tío del cabo Ramos Reyes.
El 12 de agosto del año pasado, un sargento mayor de la Policía Nacional murió al sufrir heridas de arma de fuego cuando intentó evitar que tres individuos asaltaran una banca de loterías en la avenida 27 de Febrero del sector Las Colinas de Santiago.
OTROS ASESINATOS DE POLICÍAS
El 26 de diciembre de 2016, dos hombres mataron de un balazo a un segundo teniente de la Policía Nacional, en el sector de Las Caobas, Santo Domingo Oeste, al que despojaron de su arma de reglamento.
El segundo teniente Miguel Terrero Peña falleció a causa de una herida de bala en el costado derecho, según certificaron los médicos del hospital Doctor Marcelino Vélez Santana de Herrera, a donde fue llevado.
El 20 de mayo de este año, un primer teniente de la Policía Nacional fue ultimado de un disparo en la espalda y despojado de su arma de reglamento, en sector Herrera, Santo Domingo Oeste.
El oficial José Rafael Severino Morales, de 53 años, fue atacado cuando regresaba a su casa en el sector Buenos Aires de Herrera, luego de prestar servicios en la Dirección Regional SDO, según el informe policial.
El cadáver de Severino Morales fue trasladado al hospital General Regional Marcelino Vélez Santana, de Herrera.
En tanto, el seis de mayo de este año desconocidos ultimaron a un primer teniente de la Policía, en un hecho ocurrido en el Ensanche Luperón del Distrito Nacional.
El oficial fue identificado como De Jesús Mendoza, de 37 años, quien falleció mientras recibía atenciones médicas en un centro de salud, tras sufrir una herida de bala en el abdomen.