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Por: Dr. Jaime Antonio Marizán.
Director Ejecutivo Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD). Abogado, economista y experto en planificación y desarrollo.
Conozco a mi buen amigo Ramón quien es un honorable empresario, ha procreado dos hijos, a quienes, conjuntamente con su esposa, les han dado un ejemplo de trabajo y seriedad, convirtiéndolos en jóvenes honestos y productivos.
También se encuentran mis amigos Elías y Teresa, luego de cuarenta años juntos, su trato es tan respetuoso y cortés que semeja el de dos novios recién comprometidos. Son personas de escasos recursos económicos, quienes han criado una larga familia, sus hijos e hijas son un ejemplo y una muestra inequívoca de lo que el buen ejemplo y la adecuada educación pueden producir en los jóvenes.
Así pudiera continuar enumerando una serie de amigos y casos en los cuales la paternidad y la maternidad responsables han producido generaciones de hombres y mujeres honestos y de trabajo que son una honra para nuestro país.
Con lo anterior quiero decir que no todo está perdido, todavía hay esperanza. Es cierto que actualmente, por lo actual de la violencia contra la mujer, asistimos a una serie de hechos horrendos, pero también no es menos cierto de que hay mucha gente luchando porque su relación de pareja marche correctamente y de que sus descendientes sean personas productivas y honestas.
La excesiva permisividad y el libertinaje de los tiempos modernos han llevado a muchas personas a perder sus inhibiciones y a incurrir en actos que son una grave ofensa para sus parejas. Mucha gente perdona la infidelidad, otras no; algunos pueden controlarse en situaciones de violencia, otros no; hay personas que aprendieron a dialogar para resolver los problemas, otros no.
Además hay una gran confusión con el concepto Amor. ¿Cómo puede alguien decir que ama a una persona si la golpea y la hace sufrir?. Si quieres saber si amas verdaderamente hazte esta pregunta: ¿quiero la felicidad para esta persona por encima de todo, incluso de mi propia comodidad e intereses?. Si amas de forma inegoísta, sin exigir nada a cambio y sólo deseando su felicidad, entonces tienes un amor genuino y verdadero.
Jamás puede hablarse de amor en relaciones en las cuales reinan los celos, la violencia, discusiones frecuentes que producen heridas emocionales incurables, insultos, descalificaciones y otras acciones lamentables en algunas relaciones de pareja. El Amor sólo anhela lo mejor para el otro, solo da, no quiere nada para sí.
En nuestro país han ocurrido muchas situaciones socioculturales que influyen para que hoy se manifiesten tantos hechos lamentables en las relaciones de dos personas. Sin embargo, estos acontecimientos no pueden empañar los años de respeto y dedicación de parejas que hoy son un ejemplo de trabajo, servicio, honestidad, fidelidad, respeto y amor.
En los hombres y mujeres que respetan a sus parejas encontramos una serie de valores importantes que entiendo deben cultivarse en las instituciones educativas y en toda agrupación de tipo social. Ellos, los exitosos en las relaciones, practican el diálogo, han utilizado la comunicación como la herramienta para la solución de los problemas y tienen como común denominador un amor genuino.
Igualmente, estas personas son fieles a su pareja, no ceden a las insinuaciones de películas o historias importadas de sociedades fracasadas en cuanto a las relaciones se refiere. Ellos toman como referentes a personas triunfadoras, gente que es feliz, que tienen la capacidad de amar y que pueden ser entes transformadores de la sociedad.
Todavía hay esperanza. Más allá de la confusión reinante, existe un grupo de hombres y mujeres que poseen la autoridad moral para mostrar una paternidad y maternidad responsables, cuyos frutos pueden palparse objetivamente, a través de una relación armoniosa y unos hijos que son aportes significativos a la sociedad dominicana.
Jaime Antonio Marizán.
Director Ejecutivo Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD). Abogado, economista y experto en planificación y desarrollo. Emaiul:crdnordesteyahoo.es. tel 809-244.5496