El nivel inicial es uno de los más importante del proceso de formación académica de las
personas, porque comienza en la primera infancia, edad que comprende de 0 a 5 años y
alcanza el primer año de la infancia. Es decir que el nivel inicial va desde 0 a 6 años.
Varios estudios establecen que la lectoescritura es altamente beneficiosa para el desarrollo de
diversas habilidades humanas, entre las que se destacan: enriquece el lenguaje verbal,
estimula la imaginación, expansión de la memoria y estímulos intrínsecos en el deseo de leer
de forma permanente durante la vida del adulto, esto último reduce el nivel de deserción
escolar.
Los resultados arrojados por el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos
(PISA, por sus siglas en inglés) en el país revelan que se necesita de mucho esfuerzo en el tema
de la lectoescritura en el nivel inicial. Pese a la inversión que se ha hecho en el sector
educativo, en República Dominicana, los indicadores de rendimiento en los alumnos
establecen que hay factores a los que se debe poner atención.
En tal sentido, es necesario la integración y colaboración de la clase empresarial en el tema
educativo y de alimentación del infante. El código laboral estable que la madre debe ingresar a
sus labores a las 14 semanas, es decir cuando el infante ha alcanzado sus primeros tres meses
y las dos semanas, por lo que el niño está fuera del alcance de la madre durante las jornadas
laborales. La misma ley otorga un permiso.
Otra debilidad, que contempla la educación inicial, se encuentra en la Ley Orgánica de
Educación de la República Dominicana, que en su Art. 33 establece que sólo “El último año
será obligatorio y se inicia a los cinco años de edad.” Por lo que no existe la figura jurídica que
obligue a los padres y al estado a educar los hijos desde el año cero. Ello, de una u otro
manera, crea dejadez por parte del estado y la sociedad porque no está en el consciente del
cuadro poblacional común y de escasos recursos.
Según datos estadísticos del INAIPI, para el mes de noviembre 2019, sólo tiene alcance para
unos 195,618 niños y niñas en edades de 0 a 5 años a nivel nacional, esto representa menos
del 20% de la publicación infantil. Por otro lado, la mayoría de estancias infantiles operan
como cuidado de niños y niñas, no como centro en los que se estimula la lectoescritura al niño
en su primera infancia. Por la ausencia, observada en visita a varias estancias infantiles en la
ciudad de Santiago de los Caballeros, de materiales y recurso que deben ser destinados a la
enseñanza aprendizaje de lectoescritura del infante.
Aunque existe un Informe de Evaluación Niños Niñas, por meses y años, destinado a la familia,
pocas personas conocen el documento de 12 páginas que se diseña para ser distribuido en los
hogares en los que hay hijos entre la edad mencionada.
Peor aún, decenas de madres se sorprenden cuando se le menciona el tema de la
lectoescritura en el nivel inicial, “no relajes, un niño no tiene la capacidad para aprender a leer
tan temprano”, expresó una ciudadana al ser entrevistada en el desarrollo de esta
investigación.
Es necesario que se apliquen políticas reales en el abordaje y aplicación del tema lectoescritura
en la primera infancia, porque sólo así podríamos pasar el examen del PISA y, mejor aún, tener
una sociedad crítica, pensante y segura de sí en todo el accionar. Por lo que se reduce
considerablemente la taza de feminicidio y delincuencia, porque un niño bien formado sará un
adulto mejor pensado.