SAO PAULO. La defensa del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva presentó el martes un recurso contra su sentencia a más de doce años de prisión por corrupción, basado en posibles omisiones y contradicciones de la condena aunque sin potencial para revertirla.
El recurso, llamado técnicamente “embargos de declaración”, fue protocolizado por los abogados del exmandatario de izquierda el último día del plazo previsto y llama la atención sobre 38 presuntas “omisiones”, “16 contradicciones” y 5 “puntos oscuros” de la decisión tomada por una corte de segunda instancia el pasado 24 de enero.
Los tres magistrados del Tribunal Regional Federal Nº4 (TRF4), con sede en Porto Alegre, ratificaron entonces por unanimidad la condena por corrupción y lavado de dinero dictada contra Lula y aumentaron la sentencia inicial (de nueve años y medio de cárcel) a 12 años y un mes.
Esos mismos jueces serán los encargados de revisar ahora el recurso, para el que no hay fecha de respuesta.
Aunque la unanimidad del fallo y de la sentencia impide recurrir el fondo de la sentencia, el recurso presentado solicita que “la corrección de las omisiones, contradicciones y puntos oscuros altere el resultado de la apelación (…) con el reconocimiento de la nulidad de todo el proceso y la absolución de Lula”.
El expresidente (2003-2010) había sido condenado en primera instancia en julio del año pasado por el juez Sergio Moro, a cargo de la Operación Lava jato en primera instancia, como propietario de un apartamento que la constructora OAS le habría ofrecido a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.
Lula, que enfrenta otras seis causas penales, niega todas las acusaciones y denuncia un acoso judicial para impedir que vuelva al poder en las elecciones de octubre próximo, en las cuales los sondeos lo dan como favorito.
Si los tres jueces del TRF4 deniegan el nuevo recurso, el proceso podría alargarse un poco más, ya que la réplica a este embargo de declaración también puede ser apelada, según confirmó a la AFP la asesoría de comunicación del estudio que defiende al expresidente.
Sólo después de juzgado ese recurso, el Tribunal podría decretar la prisión de Lula.
El exdirigente sindical aguarda además el resultado de dos habeas corpus presentados ante el Superior Tribunal de Justicia y ante el Supremo Tribunal Federal (STF) para evitar que lo detengan antes de que se agoten todas las instancias judiciales.
Gran parte de su futuro depende del tiempo que demoren en resolverse esos recursos, que algunos especialistas miden en semanas y otros en meses.
Pero aún si lograra conservar su libertad hasta el 15 de agosto, fecha límite para inscribir su candidatura, deberá buscar una vía para evitar que el Tribunal Superior Electoral la invalide con la ley de la “Ficha sucia”, que impide que los condenados en segunda instancia se postulen a cargos electivos.