Luego de que el pleno de la Suprema Corte de Justicia retomara el conocimiento del juicio de fondo, llamó a la defensa del imputado Ángel Rondón para que presentará los incidentes diferidos proceso, lo que provocó un desacuerdo de los abogados de todos los imputados por la forma en que el presidente maneja el proceso.
Cuando el presidente de la Suprema, Luis Henry Molina, invitó a la defensa de Rondón para que planteara sus incidentes, subieron al estrado los abogados de Andrés Bautista señalando que tenían que hacer un pedimento de nulidad a la decisión del pleno que rechazó la recusación de cinco jueces de la Suprema, incluyendo al presidente.
Ante esa situación, Molina mandó a bajar a los abogados de Andrés Bautista e invitó a que se acercara al tribunal un abogado de cada uno de los imputados y el Ministerio Publico. Tras reunirse por varios minutos el pleno otorgó un receso de media hora.
Por lo que los abogados se reunieron a la entrada de la sala augusta junto a los imputados e incluso se habló de renuncia colectiva de todos los abogados en disgusto en cómo el presidente dirige el juicio que lleva cuatro audiencias.
