El gobernador de Alaska, Bill Walker, ha emitido una declaración de zona catastrófica y ha afirmado que está en contacto con la Casa Blanca por el terremoto de magnitud 7,0 que ha causado graves daños en el estado.
El Departamento de Policía de Anchorage señaló en un comunicado que el sismo ha causado “un daño importante en la infraestructura”.
Al mismo tiempo, el jefe de la Policía de Anchorage, Justin Doll, apuntó que no dispone de información sobre posibles víctimas mortales o heridos graves a causa del desastre natural.
Por su parte, el secretario del Interior de Estados Unidos, Ryan Zinke, ha anunciado que el terremoto en Alaska ha causado “daños severos” a carreteras, puentes y tuberías de agua. Se reporta que varios edificios de oficinas de Anchorage fueron evacuados.
Asimismo, se informa que el ferrocarril de Alaska y el Aeropuerto Internacional Ted Stevens Anchorage han suspendido todas sus operaciones.
“Fue la anarquía”
“Fue la anarquía”, relató en declaraciones a AP un testigo local. “No quedó ningún cuadro en las paredes, no hay electricidad, no queda ningún acuario. Todo lo que no está amarrado está roto”, añadió.
Otro testigo señaló que estaba tomando café en una tienda cuando oyó un estruendo, que se intensificó hasta convertirse en algo que sonaba “como si el edificio sencillamente se desmoronara”.